Crímenes económicos
Mi más cálida felicitación a Lourdes Benería y Carmen Sarasúa por su espléndido artículo Crímenes económicos contra la humanidad publicado en EL PAÍS el 29 de marzo.
Hay mucha indignación en la calle, aunque todavía no la suficiente, por las repercusiones que esta brutal crisis económica está teniendo sobre los más desfavorecidos, mientras los que la han provocado, personas e instituciones, por acción o por omisión, se van de rositas, sintiéndose impunes.
Es insoportable ver a altos ejecutivos seguir percibiendo sumas millonarias en medio del panorama desolador en que se ven inmersas tantas personas que se han quedado en el paro.
Soy consciente de que los políticos están muchas veces con las manos atadas ante los grandes grupos de presión y tienen que adoptar medidas que no les gustaría tener que tomar. Pero todo tiene un límite. La impunidad de esos delincuentes de cuello blanco actúa como un corrosivo de la democracia y del concepto de justicia que debe presidir la vida en una sociedad democrática.
Necesitamos políticos y jueces con coraje, capaces de poner coto a tantos desmanes, y necesitamos, sobre todo, una ciudadanía más responsable, más solidaria con el dolor del otro y menos complaciente con la corrupción que lo invade todo, también la que afecta a los "nuestros".