La contaminación del Ebro por pesticidas ya es ilegal
Al menos dos tramos en Aragón incumplen la nueva ley
La contaminación por pesticidas agrícolas se reduce año a año en la cuenca del Ebro pero sin alcanzar el ritmo que impone la UE. El Gobierno español aprobó este enero un real decreto que aplica la norma comunitaria redactada en 2008 para exigir niveles más restrictivos para la contaminación agrícola en los ríos de la UE. Dos meses después, el informe anual de la Confederación Hidrológica del Ebro (CHE) advierte que los nuevos niveles legales ya se exceden en al menos dos tramos de la comunidad de Aragón. "La tendencia es positiva pero con la nueva ley hay valores ilegales que deben controlarse", resumió ayer el responsable de Calidad de Aguas de la CHE, Javier San Román.
El problema se llama clorpirifós: un insecticida derivado del cloro que en dosis elevadas impide el crecimiento de especies vegetales y animales en el río rompiendo el equilibrio del ecosistema fluvial. El producto duplica la media máxima permitida en el río Clamor Amarga, afluente del Cinca, a la altura de Zaidín (Huesca) -0,07 microgramos por litro frente a los 0,03 que fija la ley-; y rebasa ese límite por la mínima (0,032) en el río Jalón a su paso por Grisén (Zaragoza). El insecticida también dobló la concentración máxima en Zaidín (0,22 microgramos frente al límite legal de 0,1).
La CHE ya ha advertido de los incumplimientos al Gobierno de Aragón al tiempo que ha pedido a Cataluña que controle el uso que los agricultores hacen de los pesticidas tras hallar en el tramo bajo del Ebro niveles elevados aunque dentro de la legalidad. "Hay que concienciar a los agricultores", avisó San Román. "Porque es imposible determinar quién se excede con el insecticida para poder sancionarle.
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