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Desarticulado en la Cañada Real un clan que ocultaba la droga bajo tierra

Los agentes, que arrestaron a siete personas, recurrieron a los perros antidroga

La Policía Nacional ha desarticulado el clan de los brunos, cuyos integrantes se dedicaban a la venta de cocaína y heroína en la Cañada Real Galiana, en una operación desarrollada la semana pasada y en la que fueron detenidas siete personas. En el operativo policial los agentes intervinieron también tres kilos de sustancias estupefacientes, además de 10 armas de fuego, 35 teléfonos móviles y más de 3.600 euros en efectivo.

Los arrestados ocultaban en una parcela de la Cañada tres pistolas, dos revólveres, otras tantas armas de fogueo y tres carabinas de aire comprimido. Además, parte del dinero en efectivo estaba guardado en el congelador de un domicilio, en un claro intento de los detenidos para que los agentes no pudieran interceptarlo si se producía una operación policial. De la droga aprehendida 2,200 kilogramos eran de heroína, y 800 gramos de cocaína. Estas sustancias estaban repartidas en bolsas de plástico, que fueron encontrabas enterradas en la parte trasera de las viviendas, en un terreno que usaban como patio y caballerizas. Cada bolsa, herméticamente cerrada para poder resistir la humedad, contenía entre 100 y 500 gramos de estupefaciente y estaban diseminadas por todo el terreno aledaño a las viviendas. Por eso cobró especial relevancia el trabajo desarrollado por la Unidad de Guías Caninos.

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Las pesquisas se iniciaron el diciembre pasado cuando los agentes de policía tuvieron conocimiento de este clan familiar que distribuía droga al por mayor en la Cañada Real y que, a diferencia de lo que sucede con otros grupos delictivos que operan en la zona, no admitía que los toxicómanos consumieran en sus domicilios, sino que se lo impedían, en un claro intento de obstaculizar las investigaciones.

Los arrestados solo comerciaban con clientes habituales y conocidos, con quienes acordaban telefónicamente la venta de droga, que en ocasiones se realizaba fuera del entorno de La Cañada. La operación fue desarrollada por agentes de la Policía Judicial del distrito de Villa de Vallecas, que contaron con la colaboración de la Unidad de Intervención Policial, agentes del GOIT y la Brigada Provincial de Policía Científica de Madrid.

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