Las empresas dejaron de pagar el sueldo a 44.000 trabajadores en 2010

Los pagos del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) a trabajadores cuyas empresas han dejado de abonarles las nóminas e indemnizaciones se han disparado en Cataluña en solo tres años, al pasar de los 105,7 millones en 2007 a 274,8 el año pasado. Estos pagos son para muchos de los 43.948 beneficiarios un auténtico rescate, ya que no han sido formalmente despedidos, la relación laboral con la empresa sigue vigente y, por tanto, no pueden cobrar el paro ni empezar a trabajar para otra compañía.

Fogasa llega, pues, tras meses de impagos de salarios y de una angustiosa espera a que se resuelva la situación financiera y legal de la empresa. A veces, para que no pueda alegarse que han abandonado del puesto de trabajo, los afectados siguen acudiendo a su empleo todos los días. En otras ocasiones, ni siquiera eso: la empresa en situación de insolvencia o en concurso de acreedores ha echado el cierre y ha dejado a sus trabajadores en esta especie de limbo laboral.

Salvador del Rey, de Esade, opina que el sistema español es poco ágil

"Es una situación que debilita a los trabajadores. Sin trabajo ni ingresos las hipotecas acucian y los empleados tienen prisa por ir al paro, de forma que negocian despidos a 20 días por año trabajado y no a 45", explica la abogada laboralista Anna Huertos, del Col·lectiu Ronda.

El representante sindical de una metalúrgica de Girona que está en apuros y lleva atrasos de entre dos y cuatro nóminas, que pide preservar el anonimato para no entorpecer la situación, habla de casos de "desgaste emocional brutal". Los atrasos comenzaron en junio del año pasado. Actualmente han cobrado todos hasta diciembre, pero desde entonces cobran cuando hay dinero: unos meses por quincenas, otros por semanas... "Y si se negocian despidos también es muy angustiante, porque si das prioridad a las indemnizaciones de los que se van, queda menos caja para los que se quedan", apunta.

Esta acuciante situación no suele bajar de entre uno y hasta cuatro meses. En Barcelona, la creación de tres nuevos juzgados mercantiles ha contribuido a agilizar la resolución de la avalancha de casos de los últimos años, precisa la abogada del Col·lectiu Ronda.El catedrático de Derecho Laboral del despacho Cuatrecasas y profesor de Esade, Salvador del Rey, considera que nuestros sistemas "no son lo suficientemente ágiles para una situación como la actual, con muchas empresas pequeñas con una falta de liquidez muy rápida". "El ordenamiento tendría que dar respuesta para una crisis que ha golpeado a una velocidad que requeriría perfeccionar los instrumentos", apunta y celebra que esté en trámite la modificación de la Ley Concursal.

Para dar respuesta a las situaciones personales que no entienden de leyes ni trámites parlamentarios, organizaciones como los sindicatos UGT y CC OO, o formaciones como CiU han solicitado que, por lo menos, los trabajadores afectados puedan tramitar el paro sin esperar al final del proceso. UGT propuso en 2009 la intervención de la Inspección de Trabajo, recuerda el secretario de política sindical, Camil Ros: "Que la autoridad laboral certifique la situación y el trabajador tenga salida, porque si no sale perjudicado por todos lados". Y esta misma semana, en el Congreso, CiU presentó en la Comisión de Trabajo una proposición no de ley para mejorar "la indefensión" de los trabajadores afectados por el impago de nóminas y que puedan cobrar el paro desde el momento de la reclamación judicial, sin esperar a la resolución. Se trataría de modificar el marco regulador de las prestaciones por desempleo. El diputado Carles Campuzano denunció que el PSOE bloqueó la iniciativa, mientras el PP se mostró partidario de estudiarlo.

Cataluña es la comunidad donde más interviene Fogasa, con el 21% de las prestaciones de España, cifra que se corresponde a que Cataluña es donde más concursos se registran: 1.087 el año pasado, el 24% del total español.