Llull salva al Madrid

"A ocho segundos, jugáis un pick and roll (bloqueo y continuación)", ordena Pedro Martínez, el entrenador del Gran Canaria, que cae por uno (74-73) ante el Madrid cuando ya solo queda un suspiro (16 segundos). El movimiento se inicia cuando lo quería el técnico y tiene la consecuencia deseada: falta de Llull. Quedan ocho segundos. La última posesión puede ser del Gran Canaria.

El equipo visitante la juega atacando la canasta. Nelson conduce el balón con decisión y lo pierde. El estadounidense reacciona airadamente. Se queja de un estacazo de Felipe Reyes. Una y otra vez golpea su brazo izquierdo con la mano del derecho. Es posesión para el Madrid. Es, también, la victoria del equipo entrenado por Emanuele Molin, que el martes volverá a jugar, ya en los cuartos de la Euroliga y contra el Valencia (1-1).

"El final me parece bastante polémico", dijo Martínez. "Propongo que los partidos se piten con cuatro árbitros. Si tres no han sido capaces de ver la última falta, quiere decir que falta gente. Estoy un poco indignado", cerró. "Se puede tanto pitar como no pitar falta", valoró Molin.

El Madrid, adormecido por el ritmo pausado del Gran Canaria, llegó a perder por 12 puntos y padeció a Jaycee Carroll, una centella que firmó 20 puntos con canastas de todos los colores.

Por debajo al entrar en el cuarto definitivo (52-57), maniatado en el ataque estático por la férrea defensa canaria, el equipo local se encomendó a los veteranos. Fue el momento de Prigioni y Reyes, inmenso bajo tableros (7 rebotes y 15 puntos). A su llamada acudió Llull, que puso a su equipo un punto arriba cuando quedaban 16 segundos. Fue la canasta que valió el partido y selló sus 19 puntos.