Proclamación de inocencia

Decía hace un par de días Eusebio Unzue, el director del Movistar: "La mejor forma que tiene Contador de demostrar su inocencia es ganar ahora como antes del asunto del clembuterol". Dijo ayer Alberto Contador: "Estoy concentrado en lo mío, en hablar sobre la carretera, porque el resto no depende de mí". Lo dijo el ciclista de Pinto después de demostrar, ganando en solitario la etapa reina de la Volta a Catalunya en la cima de Pal (Andorra), que sigue siendo el de antes del clembuterol.

Fue su victoria más importante después de la conseguida cuando la federación española, el 15 de febrero, decidió que no se le podía sancionar por el positivo por clembuterol en el Tour pasado. Un triunfo, el conseguido sobre Scarponi y Leipheimer (a 23s), Basso (a 38s) y Evans (a 50s), que no tiene vuelta de hoja, a diferencia del logrado en el despacho del Comité de Competición, en el que logró que se impusiera su argumento, apoyado en informes científicos, de que los 50 picogramos de clembuterol estaban escondidos en un solomillo de ternera, y que aún puede ser revocado en otros tribunales.

La apelación al TAS reabriría el caso y le impediría seguramente participar en el Tour

Precisamente hoy, 24 de marzo, concluye el plazo de 30 días de la Unión Ciclista Internacional (UCI) para recurrir contra la absolución española ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS). Aunque el organismo presidido por el irlandés Pat McQuaid acepte el fallo, otro, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), la policía que supervisa la aplicación de su Código Mundial Antidopaje, cuenta con 21 días más para alegar. No obstante, es probable que hoy mismo vincule su decisión a la de la UCI.

Si, dadas su calidad, clase y rabia, era fácil apostar por que Contador volviera a hacer ayer el gesto del pistolero en los Pirineos -y, de paso, vestirse el maillot de líder y casi sentenciar la Volta, que terminará el domingo: tiene 23s de ventaja sobre Leipheimer y Scarponi-, más complicado resulta predecir cuál será la decisión de la UCI. Argumentos en todos los sentidos abundan, y el periodo turbulento que atraviesa el organismo de McQuaid -la amenaza de 11 de los mejores equipos de crear una liga paralela, la convocatoria de desobediencia para el sábado de los ciclistas en el asunto del pinganillo...- tampoco permite anticipar que la resolución será tomada en libertad.

Según la gente de Contador, optimista y segura de sus fuerzas, la UCI se siente tan apabullada por el peso de los estudios científicos de su defensa y por la seriedad de los argumentos jurídicos de la federación española que no tiene ninguna gana de sufrir un revolcón ante el TAS. Aun aceptando este principio, otras fuentes cercanas a la UCI asumen que el organismo "se ve obligado a apelar" para evitar que otros deportistas sancionados en casos similares, y no solo por clembuterol, exijan la revocación de sus sanciones e indemnizaciones económicas.

En este sentido, dicen, una sentencia del TAS, absolutoria o condenatoria, crearía, si no jurisprudencia, sí al menos una referencia y serviría como punto de partida para una eventual reconsideración del lugar del clembuterol en la lista de sustancias prohibidas. Es decir, abriría la puerta para su consideración como sustancia cuantitativa -solo a partir de una determinada cantidad sería considerado dopaje el positivo- y no cualitativa como ahora. Aunque resultara absuelto en un procedimiento ante el TAS que se puede alargar meses, el posible recurso de la UCI le costaría probablemente a Contador la participación en el próximo Tour.