"Lo último que esperábamos de los Chillida"
Mendia lamenta la ruptura de las negociaciones para reabrir Chillida-Leku
La portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, admitió ayer en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Ejecutivo que la decisión de la familia del desaparecido escultor Eduardo Chillida de dar por concluidas las conversaciones con las instituciones en busca de un arreglo para el cerrado museo Chillida-Leku ha cogido "por sorpresa" al Gabiente. Y no dudó en reconocer también que se encuentran "algo decepcionados".
La consejera de Cultura, Blanca Urgell, y la diputada de Cultura guipuzcoana, partícipe con el Ejecutivo en el intento de alcanzar un acuerdo que permitiera mantener abierto el museo, cerrado el pasado 1 de enero, darán explicaciones concretas de las gestiones realizadas, dijo Mendía, quien evitó ofrecer mayores detalles sobre los pasos dados por ambas instituciones . La comparecencia de ambas estaba ayer prevista para el viernes, según fuentes del Gobierno.
Por encima de cualquier otro sentimiento, el Ejecutivo se ha quedado "sorprendido", insisitó la portavoz. "Lo último que esperábamos era una ruptura de las conversaciones de esta manera". La familia comunicó su decisión de modo público después de año y medio de trabajo "desde la responsabilidad y la discreción mas absoluta para buscar una solución satisfactoria para todas las partes", según Mendia.
El poso de decepción que reconoció también albergar lo puso en relación con "el empeño" desplegado durante todo ese tiempo en buscar un arreglo para reabrir el museo, radicado en Hernani.
La familia del escultor fallecido anunció el viernes pasado el cierre definitivo y el mantenimiento de las piezas que hoy contiene como colección privada, tras no haber logrado alcanzar un acuerdo con las instituciones para mantenerlo con espacio museístico abierto al público como dejó dicho que deseaba el propio artista. La colección si estará a disposición de los estudiosos que deseen trabajar en torno a ella.
Chillida-Leku abrió sus puertas el 1 de diciembre de 2000 en un acto presidido por los Reyes y cerró sus puertas el 31 de diciembre pasado ahogado por la crisis económica y el descenso de las visitas.
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