Hay vida después de Pocoyó

Jamboo es el planeta donde tiene su origen toda la música del universo y cada uno de los elementos que lo componen cuenta con propiedad melódica, desde las flores, con un tono similar al de un timbre, a las rocas, que se expresan al ritmo de maracas. En torno a este mundo de fantasía y a cinco amigos -Bello, Rita, Mina, Goomo y Ongo- gira la serie infantil Jelly Jamm, producida por Vodka Capital y 737Shaker y coproducida por RTVE, la juguetera nipona Bandai y la distribuidora de DVD Big Pictures.

Los nuevos dibujos animados se estrenarán en otoño, conjuntamente en 150 países y en 20 idiomas diferentes. En España será TVE la cadena que emita Jelly Jamm, cuya primera temporada consta de 52 episodios. Dos años y medio han tardado en desarrollar el proyecto -con un coste de 7,5 millones de euros- cerca de un centenar de personas que trabajan para el grupo Vodka, casi la mitad en Segovia, formando parte del equipo de animación en 3D, y el resto en Madrid, a cargo de la producción de los contenidos.

Guille Milkyway, de La Casa Azul, es el autor de la música original

Turner emitirá la serie en televisión de pago en Europa, África y Oriente Medio y la difundirá libremente a través de su canal Boing, en Italia, donde es líder de audiencia, y Turquía. En Latinoamérica, los derechos en televisión de pago los ha adquirido Discovery Kids y Televisa en abierto para México.

Según su responsable, Víctor Manuel López, Vodka estudia acuerdos que permitan llevar la serie a Estados Unidos, Canadá y a el continente asiático. No en vano le acompaña la experiencia de haber sido consejero delegado y socio de Zinkia, la productora de Pocoyó, tres de cuyos creadores trabajan ahora en su compañía.

Cada capítulo de Jelly Jamm destacará un valor universal, desde la amistad, al respeto al otro o la necesidad de compartir, pero sin pretender ser moralizante, de acuerdo con López, quien sostiene que la promoción de los valores es bastante común ahora en los contenidos infantiles. De hecho, se ha elegido a la escritora Puri Estalayo como asesora educativa de la serie, que tiene a la música como elemento fundamental. Guille Milkyway, ganador de un Goya a la mejor canción original y cantante y compositor de La Casa Azul, ha creado la música original y ha desarrollado un nuevo estilo de canciones para niños: el Jelly Sound.

Para López, la animación española es uno de los campos más saneados de la industria audiovisual española ya que las productoras tienen necesidad de exportar y no nacen con el lastre de tener que depender de subvenciones. Aún hay pocas empresas, pero el sector es sólido, crece y genera trabajo. Solo en 2010, se vendieron tres series en EEUU: Pocoyo, Lucky Fred y Suckers. López ofrece también la clave del negocio: la explotación de la marca, a diferencia de las series de ficción, cuyos ingresos principales vienen de la exhibición en pantalla. "No obstante, aún queda camino por recorrer para llegar a los 5.650 millones de euros que produce al año Bob Esponja", dice.

Y sin haber concluido las aventuras del planeta de la música, sus empresas ya trabajan en el desarrollo de Pirata & Capitano, que cuenta las aventuras de una niña pirata inseparable de su amigo, el piloto de un hidroavión rojo.