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Dos heridos leves al descarrilar un tren en Sitges

La Generalitat exige a Adif una revisión "exhaustiva" de toda la red

Dos pasajeros de un tren de Rodalies que viajaba desde Sant Vicenç de Calders resultaron heridos leves ayer cuando el convoy descarriló a 500 metros de la estación de Sitges (Garraf). El suceso, cuyas causas no aclaró Renfe anoche, causó escenas de gran nerviosismo entre los pasajeros del tren, ya que tres de los seis vagones se salieron de la vía justo cuando el convoy pasaba por un paso elevado. En un primer momento, algunos pasajeros apuntaban que el origen del accidentes estaría en un sabotaje, un obstáculo en la vía, pero ni Renfe ni Adif hallaron indicios de ello. La investigación se mantiene abierta.

El tren descarriló a las siete de la tarde justo antes de entrar en la estación de Sitges, a la altura de la avenida de Sofia de esta localidad, por lo que su velocidad era ya muy baja. El director de Rodalies de Cataluña, Miguel Ángel Remacha, aseguró desde el lugar de los hechos que el factor velocidad contribuyó a que no hubiera grandes daños personales.

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El Servicio de Emergencias Médicas (SEM) envió al lugar tres de sus unidades, que atendieron a tres heridos leves. Uno de ellos fue evacuado al Hospital Residència Sant Camil, en Sant Pere de Ribes, por una contusión leve; un segundo fue desviado al CAP de Sitges por una crisis de ansiedad, y el tercero fue atendido y dado de alta en la misma estación. Protección Civil mantuvo activada durante algo menos de dos horas la alerta para emergencias en el transporte de viajeros por ferrocarril (Ferrocat), que desactivó tras comprobar que todos los pasajeros habían sido atendidos y evacuados.

Hubo momentos de miedo entre el pasaje. "Cuando el tren se ha parado muchos tenían sensación de pánico, sobre todo porque el primer vagón estaba encima de un puente y ha costado abrir las puertas", explicaba una usuaria.

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El de ayer es el segundo descarrilamiento que sufren los usuarios de Rodalies en cinco días. Precisamente ayer se había puesto en marcha de nuevo la línea ferroviaria entre Terrassa (Vallès Occidental) y Manresa (Bages), donde un tren descarriló el miércoles en Vacarisses a causa de un corrimiento de tierras motivado por las intensas lluvias de la semana pasada. Remacha quiso desvincular por completo ayer ambos sucesos: "En el caso de Vacarisses la causa estaba clara; todavía estamos investigando qué ha ocurrido exactamente en Sitges". En el caso de Vacarisses se ha tenido que trabajar durante cuatro días para retirar el convoy, primero, y reparar la catenaria después y hacer obras de contención en el talud dañado.

El consejero de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, se apresuró anoche a exigir a Adif que haga una "revisión exhaustiva de todas las líneas" para evitar nuevos sucesos de este tipo. El consejero atribuyó la coincidencia de descarrilamientos a que el estado de las vías en Cataluña no es óptimo. Mientras se investigan las causas, Renfe y el Departamento de Territorio se coordinaban anoche para garantizar un servicio de autocares entre Vilanova i la Geltrú y Sitges. La previsión es que el servicio pueda restablecerse esta mañana. Una grúa se desplazó al lugar del descarrilamiento anoche para poner de nuevo sobre las vías el tren. La operación no era fácil, ya que se salieron de las vías hasta tres vagones.

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