377 años para dos etarras por intentar matar a la edil Esther Cabezudo

"Buscaban causar la muerte de la teniente de alcalde y de su escolta, pero conscientes de que habría de haber otras muchas personas, aceptaron causar la muerte de cualquiera que se encontrase en las inmediaciones". Este es uno de los argumentos utilizados por la Audiencia Nacional para condenar a los miembros de ETA Asier Arzalluz e Idoia Mendizabal a 377 años de cárcel por el intento de asesinato de la ex concejal de Portugalete Esther Cabezudo (PSE), su escolta y 18 personas más el 28 de febrero de 2002.

Los terroristas colocaron un carrito de la compra cargado con 200 kilos de explosivo que accionaron con un mando a distancia. Pero tuvieron mala suerte. Ese día, Cabezudo y su guardaespaldas se dirigieron al Ayuntamiento por la acera contraria a la que normalmente utilizaban y en la que habían colocado la bomba, lo que les salvó la vida.

Los magistrados Manuela Fernández de Prado, Javier Martínez Lázaro y Nicolás Poveda tienen en cuenta la declaración policial de otro miembro de ETA, Gorka Martínez Arkarazo, que confesó a la Ertzaintza haber acogido a los acusados, miembros del comando Olaia. Ese testimonio sirvió para confirmar un documento incautado a Ibon Fernández Iradi, Susper, supuestamente redactado a máquina por Mendizabal para informar a la dirección de ETA del resultado del atentado.