El PNV aprovecha la bronca PSE-PP para forzar el debate en la Cámara

El PNV ha aprovechado el río revuelto que el debate sobre la legalización de Sortu ha abierto en el pacto de gobierno entre socialistas y populares para forzar un pronunciamiento expreso del Parlamento sobre el futuro de la nueva marca abertzale. El grupo peneuvista registró ayer tarde en la Cámara una proposición no de ley para su próximo debate en la que plantea que el Legislativo inste al Gobierno, "y al lehendakari en especial", a expresar su "posicionamiento político favorable" a que Sortu sea inscrita en el Registro de Partidos y quede "plenamente garantizada su concurrencia electoral" en igualdad de condiciones. A renglón seguido, y "sin menoscabo de la independencia" de los jueces, emplaza a "los poderes competentes del Estado" a no impedir dicha inscripción.

El PNV plantea que el Parlamento inste a López a apoyar la legalización de Sortu

El PP ve garantizado que la propuesta socialista no se votará sin su acuerdo

El PNV, cuyo presidente, Iñigo Urkullu, había tildado por la mañana de "circo de varias pistas" el debate entre sus rivales, mantiene así en la Cámara el núcleo del debate sobre Sortu, cuando el PSE y el PP habían logrado reconducir la bronca nacida por la iniciativa del primero de registrar anteayer, sin conocimiento previo de los populares, otra proposición no de ley. El texto socialista, que planteaba que el Legislativo mostrase su deseo de que Sortu pudiese "evidenciar" su razón de ser un partido legalizado, levantó la más seria irritación del PP con sus socios en las últimas fechas.

Los socialistas aceptaron ayer "aparcar", en palabras del portavoz de su grupo parlamentario, José Antonio Pastor -"posponer", según el consejero de Interior y coordinador del Gobierno, Rodolfo Ares- su proposición para evitar el conflicto con el PP. El texto no se retira formalmente del Registro de la Cámara, lo que hubiese supuesto que el grupo parlamentario y sus responsables quedasen desairados, y seguirá su trámite, pero Pastor recordó que depende de los proponentes decidir cuándo va la propuesta a pleno para su debate.

"Por responsabilidad, ahora no es el momento, pues podría entenderse como una interferencia con las decisiones judiciales", precisó el portavoz socialista a EL PAÍS, en alusión a la discusión en el Tribunal Supremo. ¿Y cuándo se debatirá? "Cuando acordemos que nos conviene más y haya condiciones oportunas. Igual con la decisión del Supremo no tiene sentido o tiene todo el del mundo", responde. Para ese debate, los socialistas buscarán un acuerdo con sus socios, pero también con el PNV, al que quisieran ver sumado a una iniciativa "impecable democráticamente".

El PP se da por satisfecho y considera que ha recibido garantías suficientes y el compromiso de que el texto no se debatirá ni votará en los términos en que hoy está formulado sin su acuerdo. Para los populares, según reiteran varios de sus parlamentarios y dirigentes, la proposición ha quedado retirada en términos políticos, aunque no lo haya sido de iure. Está aparcada "sine die", enfatizó el número dos del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, dos palabras que responsables del grupo socialista niegan, insistiendo en que queda aplazada, pero se tramitará.

El PSE pretendía precisamente adelantarse con su planteamiento a que el PNV llevase el debate a la Cámara. El portavoz peneuvista, Joseba Egibar, había registrado ya anteayer una interpelación a López, pero ahora eleva el nivel del debate. Egibar, quien firma la proposición peneuvista, criticó en los pasillos de la Cámara que el lehendakari "vaya a rebufo" y "cuando se desvía del camino", el PP reconduzca la situación.

La polémica ha vuelto a evidenciar la desconfianza que en el PP levantan algunos movimientos de responsables socialistas, tanto en Euskadi como en Madrid, en lo relativo a la izquierda abertzale ilegalizada y el final de ETA. Los populares insisten en que ya al final de la tarde del miércoles recibieron garantías directas de que el texto socialista sería "retirado". Tal era su convencimiento que en esos mismos términos se expresó en la noche de anteayer el líder de los populares vascos, Antonio Basagoiti, en un programa televisivo. En el grupo parlamentario socialista se replica que tal compromiso no había llegado de sus filas, en tanto que responsables directos de la iniciativa. En cualquier caso, ambas partes se esforzaron ayer en dar por superado el enfrentamiento y mantener que su acuerdo sigue vigente, aunque Oyarzábal no dejó de considerar que deben evitarse "actuaciones que quiebren la confianza".

Fuentes del Ejecutivo reconocen que el texto ha causado "cierta interferencia" y que, "aunque sea impecable", supone una contradicción con lo que López estaba defendiendo en Madrid casi al tiempo que se registraba la proposición. El lehendakari no conoció la literalidad de la propuesta hasta la tarde de anteayer. "No calcularon [los promotores del texto] el ambiente y que el PP no lo iba a recibir bien", añaden.

Dos voces de peso en el socialismo vasco, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, y la consejera de Justicia y portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, terciaron públicamente a poner sordina al debate político. Jáuregui sostuvo que ha "llegado la hora" de que los políticos "callen" y "dejen hablar a los tribunales". Mendia destacó la necesidad de dejar de "enredarse en disputas estériles" que puedan "presionar a los tribunales".