Camps pagó 2,7 millones a Calatrava por un proyecto nunca hecho por excesivo
Esquerra Unida denuncia al fiscal el despilfarro del Gobierno valenciano del PP
Si en 2006 el entonces presidente balear Jaume Matas (PP) decidió pagar 1,2 millones de euros al arquitecto Santiago Calatrava por el anteproyecto, la maqueta y unos vídeos de un palacio de la ópera que ha llevado a abrir la investigación del llamado caso Palma Arena, en el que están imputados los dos, ese mismo año, la Generalitat valenciana, que preside el también popular Francisco Camps, firmó un contrato sin concurso con el arquitecto para el diseño y construcción de un Centro de Convenciones en Castellón por el que ya había cobrado a finales de 2009 un total de 2,7 millones de euros. Esa cantidad corresponde solo a los honorarios del plan maestro, el anteproyecto y el proyecto básico del centro, paralizado desde un año antes por la anulación del planeamiento urbanístico de la zona donde se iba a ejecutar. Así lo revela un contrato de la empresa pública Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana al que ha tenido acceso la diputada autonómica de Esquerra Unida del País Valencià Marina Albiol.
A más sobrecostes en la obra, el arquitecto cobra más por su 12,5%
Se trata del primer contrato de la Generalitat con el arquitecto valenciano que sale a la luz pública, gracias a que la diputada fotografió los documentos con su móvil cuando se los dejaron consultar. En la mayoría de los casos, el Gobierno de Camps alega cláusulas de confidencialidad, inexistentes en este caso, para no mostrar los contratos. "El dinero público no puede servir para llenar los bolsillos de arquitectos estrella, ni para pagar los caprichos de Camps o de Carlos Fabra", dijo ayer Albiol, cuya formación llevará el caso ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana la semana que viene junto a los de dos torres en las inmediaciones de la Ciudad de las Artes de Valencia y la reforma de la dársena del puerto de Torrevieja encargados también a Calatrava y que están paralizados. En conjunto, por los tres "proyectos fantasma", en expresión de la diputada, el arquitecto ha cobrado 5,8 millones de euros.
El contrato del Centro de Convenciones de Castellón prevé que Calatrava cobre un 12,5% del coste total (un 4,5% por el proyecto básico, un 4% por el proyecto de ejecución y un 4% por la dirección de obra), en contraste con lo habitual en proyectos de tanta envergadura, en los que se reduce ese porcentaje. El contrato especifica que "los honorarios se actualizarán en función del coste real de la obra", sin ninguna cláusula que lo limite, lo que implica que, a más sobrecoste, más beneficio para Calatrava. Junto al contrato, Esquerra Unida hizo públicos los talones pagados al arquitecto y un burofax de la Sociedad Proyectos Temáticos fechado en noviembre de 2009 en el que se afirma que Calatrava "no ha cumplido" con el contrato dado que su proyecto básico "no responde ni al presupuesto ni a la superficie construible". Calatrava triplicó la superficie prevista y elevó el presupuesto de 60 a 100 millones de euros.
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