Fran Arrojo

El horizonte es también una línea sobre la que se escriben historias. Las obras de Fran Arrojo (Madrid, 1966) hacen de esa línea horizontal sobre la que transcurre lo real el punto de partida de diversos escenarios en los que podrían tomar cuerpo todo tipo de figuras imaginarias. Las piezas que exhibe ahora en Madrid están construidas con trozos pequeños de maderas y materiales desechados (papel, cristal, cartón), con ellos crea oníricos paisajes solitarios, interpreta su recuerdo de ciudades reales transformándolas en metáforas o citas de poemas, como algunas de los fragmentos literarios que acompañan estas piezas: "Parece haber alcanzado ese grado de serenidad en que las pequeñas astillas de vida caen sobre ella como las piedras en un pozo tan profundo que ni siquiera se oye el chapotear de su caída" (Marguerite Yourcenar). Su experiencia en los campos de la publicidad y el diseño de joyas, así como la enseñanza de técnicas artísticas, han abonado su actividad creadora. Esta cuarta exposición individual la pone en el camino de una expresión más madura.