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Comienza el desalojo forzoso de Penamoa, el mayor poblado chabolista de Galicia

Ya solo quedan una veintena de familias y 19 chabolas en el infrahumano poblado coruñés de Penamoa, el hasta hace poco mayor asentamiento del noroeste peninsular. En medio de gritos de protesta y bajo un fuerte despliegue policial, se ejecutó ayer la primera sentencia judicial de desalojo forzoso y derribo de una de las infraviviendas en las que aún residen esas familias que se negaron a integrarse en el programa de integración emprendido en 2008 por el Ayuntamiento de A Coruña para la erradicación de este poblado chabolista habitado entonces por medio millar de personas.

Fue la construcción de una circunvalación, la Tercera Ronda, la que obligó a iniciar la supresión, ahora en su fase final, de un asentamiento creado por el Ayuntamiento hace más de 25 años, cuando trasladó hasta esa parte trasera de la ciudad, un descampado de titularidad municipal sin servicio alguno, a la comunidad gitana instalada en terrenos de la zona de A Cubela donde se construyó la primera gran superficie comercial que se abrió en A Coruña.

Ante la mirada de su hijo de siete años, el matrimonio afectado por esta primera orden judicial intentó resistirse a abandonar su caseto de madera. "Las fuerzas armadas vienen aquí hasta con periodistas", se quejaban. Pero sus familiares, que sí se acogieron a los programas de realojo del Ayuntamiento, lograron convencer a la pareja de que sacara de la chabola los escasos enseres que aún tenían en su interior y dejar que fuese derribada.

Un hermano del hombre afectado por esta primera orden judicial de desalojo forzoso lamentaba que no tuviese las mismas líneas de ayudas que él sí recibió por abandonar el asentamiento chabolista. "Está enganchado a la droga, es un enfermo y hay que ayudarle como a mí", insistía ante los periodistas."Todos han tenido su oportunidad en estos dos años para adherirse al plan de integración y estaban avisados", contestó la concejal de Servicios Sociales, Silvia Longueira, a las quejas de los afectados. Incluso, asegura la edil socialista, algunas de las 21 familias más recalcitrantes "se fueron en silencio" al saber que estaban denunciadas ante la justicia. "Más de 200 niños no van a crecer aquí como lo hizo la generación de sus padres, solo por eso vale la pena todo esto", se congratulaba Longueira tras el comienzo del desalojo forzoso de las últimas chabolas.

En total, y tras el plan de erradicación impulsado por el Ayuntamiento coruñés, fueron 79 las familias de Penamoa que ya están realojadas "en una vivienda digna". La edil recordó que en el plan especial de integración para la erradicación de este poblado contó con el apoyo y colaboración de asociaciones vecinales, de la Xunta, y de los partidos políticos. Aunque el PP se desmarcara en el último momento.

Longueira se despachó a gusto contra este partido, al que acusa de haber sublevado a vecinos de otras zonas de A Coruña: "Sólo echaron basura sobre el plan de Penamoa, no tienen perdón de Dios, el PP no sabe lo que es el chabolismo, les da calambre todo lo que tenga que ver con los gitanos o la exclusión social, no tocaron nunca con sus manos blancas la pierna morena de un gitano".

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El portavoz del PP, Carlos Negreira, criticó ayer por tardía la desaparición de Penamoa y recordó que hay otras zonas con chabolismo, una situación que achaca a la falta de atención social del gobierno local "por las personas más desfavorecidas".

Una familia de chabolistas retira algunos de sus enseres del poblado coruñés de Penamoa.
Una familia de chabolistas retira algunos de sus enseres del poblado coruñés de Penamoa.GABRIEL TIZÓN

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