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Reportaje:

20 años sobre tres pilares

La Universitat Jaume I de Castellón homenajea a profesores, personal y estudiantes en la celebración de su vigésimo aniversario

María Fabra

Paula escucha y mira, con ojos curiosos y algo de sorpresa, a José Miguel y Rafa mientras cuentan sus primeros días en su nuevo trabajo. Los dos ayudaron a que la Universitat Jaume I viera la luz y ella vio la luz, nació, el mismo día que nació la universidad en la que hoy estudia.

La Universitat Jaume I de Castellón cumple 20 años. Ahora se levanta sobre un espléndido campus, con unas amplias instalaciones deportivas y varios edificios de diseño que albergan servicios que poco tienen que envidiar a otros centros con más edad. Pero no siempre fue así.

La Jaume I nació cuando aún no tenía casa. Tomó prestadas las infraestructuras del viejo Colegio Universitario y fue contratando a profesores a los que, en algunos casos reunían un jueves para decirles que "el lunes comenzaban las clases", tal como recuerda Rafael Mayo, profesor de Ingeniería y Ciencias de los Computadores. "Nos implicamos todos, muchos días salíamos de trabajar a las diez y nos tocaba venir los sábados", añade José Miguel Castellet, que forma parte del personal de administración y servicios desde el día en que se puso en marcha la universidad. "Para mí es como si hubiera estado toda la vida", apostilla Paula De Val, "bueno es que ha estado toda mi vida", precisa.

"Rayamos casi la improvisación", recuerda el profesor
"A mí lo que más me gusta es el campus común", dice la alumna

Rafael, José Miguel y Paula forman parte de los tres pilares de la comunidad universitaria: los profesores, el personal de administración y servicios y los estudiantes. Ellos, en representación de esos tres pilares, recibieron un pequeño homenaje el viernes, en el acto oficial de celebración del aniversario de la Jaume I.

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"En aquellos días casi rayábamos la improvisación" recuerdan tanto Castellet como Mayo, en una afirmación que a la alumna le parece asombrosa. "Y el primer gran hito fue la elaboración y cobro de las nóminas con herramientas propias de la universidad, sin tener que recurrir a una gestoría externa", rememoran ante Paula, una estudiante de Traducción que llegó a esta tecnificada universidad cuando la firma electrónica ya estaba en marcha.

Ni entre los profesores ni entre el personal de administración se han vivido los cambios en el rectorado como procesos convulsivos. "No ha habido cambios de rumbo bruscos", señala Castellet. "Somos pocos, hay diferentes opiniones pero no guerras", añade Mayo.

Sin embargo, sí recuerdan, aún con cara de sacrificio y satisfacción, los cambios de sede, los traslados. "En julio salíamos de un sitio y en septiembre tenía que estar todo montado", recuerda. Y lo consiguieron. "A mí es lo que más me gusta, el campus, con todos juntos", asegura Paula.

Paula De Val, José Miguel Castellet y Rafael Mayo, en la Jaume I.
Paula De Val, José Miguel Castellet y Rafael Mayo, en la Jaume I.ÀNGEL SÁNCHEZ

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