CC OO achaca al "chantaje" de la dirección su caída en Nissan

A las puertas de la planta de Nissan en Zona Franca, la más grande que el fabricante japonés de automóviles tiene en Barcelona y en la que trabajan 3.048 de los 3.572 empleados que tiene el grupo en Cataluña, no había ayer demasiada tensión por las elecciones sindicales que se celebraban. "Al final da un poco igual quién nos represente. Siempre acabaremos haciendo lo que la empresa quiera", lamentaba un empleado, enfundado en un chaleco con el distintivo corporativo. "Los que consiguieron la furgoneta igual ganan terreno, porque este año se incorporó gente nueva, y estos tenían mucho que perder si no se aseguraban todos los puestos. Prefieren un trabajo peor a no tener ninguno", razonaba su compañero, con prisa por llegar a uno de los 14 autobuses que les esperaban en el patio de la fábrica para llevarles a casa.

Entre los sindicatos, en cambio, sí había expectación. Encima de la mesa se pusieron en enero dos formas de actuar: Por una parte la de CC OO, hasta ayer fuerza mayoritaria en la planta de Zona Franca y segunda en casi todas las demás divisiones, que ante las exigencias de rebaja de las condiciones salariales para lograr atraer a Barcelona un nuevo modelo de vehículo, se plantó junto a CGT. No quiso aceptarlo. En el lado opuesto, USOC y UGT, que decidieron negociar con la dirección y acabaron llevando el plan de rebaja a un referéndum en el que obtuvieron el apoyo de los empleados.

USOC, que ya tenía el mayor número de delegados desde 2007, obtuvo el apoyo de casi el 50% de los trabajadores de Nissan. Se hizo incluso con la mayoría en Zona Franca. Para Pedro Ayllón, coordinador del Sigen-USOC en la empresa, la platilla "su confianza en el sindicalismo independiente y autónomo". Controla a 27 de los 55 representantes. El sindicato con el que hizo pinza en enero para sacar adelante el plan de recorte, mantuvo su peso.

CC OO reconoció ayer su derrota moral, pero insistió en defender los motivos de sus actuaciones. "Reconocemos la pérdida de representatividad en favor de del sindicato Sigen Usoc, después de unas elecciones marcadas por el chantaje de efectuado por la empresa y que culminó en un referéndum en el que los trabajadores aceptaron el empeoramiento de las condiciones laborales", dijo en un comunicado. En talleres, puntualizó el sindicato, obtuvo "un amplio apoyo", lo que valoraron como significativo, ya que es en esa división "donde los trabajadores han visto más empeorado su situación" tras el pacto de la dirección y USOC y UGT. CGT también vio lastrado su resultado por su postura contraria a los recortes a cambio del nuevo vehículo: de 4 delegados ha pasado a dos, ambos en la planta de Zona Franca.

El plan para lograr la furgoneta pick up a partir de 2013, y que ha sido la clave en estas elecciones, incluye medidas de contención salarial entre los años 2010 y 2014, más tiempo de trabajo y mayor flexibilidad productiva. No es la primera vez que el sindicato CC OO ve mermada su presencia por culpa de lo que ellos también consideraron un "chantaje". El pasado 10 de febrero se celebraron también elecciones para el comité de Seat, donde UGT obtuvo, por primera vez en la historia, mayoría absoluta. En esta compañía CC OO también se había negado a pactar una rebaja de condiciones a cambio de asegurar un nuevo modelo, el Q3 de Audi, que, finalmente, se hizo efectiva tras la negociación entre UGT y la dirección.