La estrategia del 'made in Donostia'
San Sebastián quiere ser en 2020 una ciudad ingeniosa, amable, con calidad de vida y de proyección internacional
Los cimientos sobre los que se sostendrá San Sebastián en el futuro están muy claros. En 2020 pretende ser una ciudad de rango internacional, líder en la generación de conocimiento, sostenible ambiental, social y económicamente, comprometida con los valores solidarios y con una oferta de servicios de gran calidad. La capital donostiarra se ha dotado de un Plan Estratégico, presentado recientemente, y cuyo director-coordinador, Kepa Korta, resume de la siguiente manera: "San Sebastián ha hecho una reflexión estratégica que le ha ayudado a pensar en el largo plazo, lo que ha derivado en acciones concretas, visibles, medibles y que van a traccionar el proyecto de ciudad para el futuro".
Cristina Uriarte: "La clave ha sido arriesgar y, sobre todo, tener ilusión"
José Miguel Ayerza: "El plan permitirá a la ciudad adecuarse a los cambios"
Marisol Garmendia: "Se aprovechará el peso de la ciudad en Europa"
Kepa Korta: "El objetivo debe ser lograr la felicidad ciudadana"
Estrategia 2020 identifica un recorrido en el que se concretan "qué queremos hacer y cómo lo tenemos que hacer", apunta Korta. Es, en realidad, una mirada al más allá para "evitar la autocomplacencia de lo bien que se vive hoy en la ciudad", añade. "Son orientaciones", explica José Miguel Ayerza, secretario general de la patronal Adegi, "con un alto grado de flexibilidad que deben permitir a San Sebastián adecuarse a los cambios que se vayan dando en la próxima década".
El plan estratégico de San Sebastián dice así que la capital donostiarra tiene que apostar por la creatividad, por el impulso permanente de las ideas (innovación), por la calidad de vida de sus ciudadanos y por el disfrute del ocio. Son los cuatro grandes ejes que sustentan el Plan Estratégico: "Diseñado en DSS, Personas y valores, Ciudad conectada, y Vivir, disfrutar.
La presidenta de la comisión delegada del Plan Estratégico, Cristina Uriarte, a la sazón vicerrectora del campus de Guipúzcoa de la UPV, describe el trabajo desarrollado durante más de dos años de la siguiente manera: "Al final, hemos tratado de definir, realmente, cuatro grandes proyectos que tengan fuerza y sitúen a la ciudad en el ámbito global. Hay que buscar, exactamente, cuál es el proyecto estratégico de futuro pero no pensando en lo que en estos momentos es ya casi una realidad, sino intentar dar un paso más. Con el conocimiento que tenemos de lo que es la ciudad actual, hemos dado un paso más. La clave ha sido arriesgar y, sobre todo, tener ilusión.
San Sebastián ha definido con claridad que quiere erigirse en una "ciudad creativa", en la que se produzcan sinergias entre entidades generadoras de conocimiento y se fomente la cultura del emprendizaje. Esta línea de trabajo se concretará, según el análisis de Korta, en el impulso de las infraestructuras que permitan la investigación, el desarrollo y la innovación en el ámbito de la energía (Enertic), la gastronomía (Basque Culinary Center) o el deporte (Centro de Innovación en el Deporte). Siguiendo este mismo rumbo, se quiere un polo de innovación en el ámbito del envejecimiento, y prestar especial atención a los sectores punteros, como las nanociencias, biociencias, tecnologías de la información y la comunicación, neurociencias...En 2001, San Sebastián destinaba el 1,43% de su PIB a inversiones en I+D+i; en 2008 se subió hasta el 2,45% y en la actualidad es del 2,8%. "En ocho años, se ha duplicado gracias a que ha habido un alineamiento general a favor de esta estrategia innovadora", subraya el responsable de Estrategia 2020.
La capital guipuzcoana se ha marcado el objetivo de ser un referente en el impulso de políticas educativas y ciudadanas que refuercen la importancia de la cultura de la paz y del respeto a todos los derechos humanos, sin excepciones. "Queremos ser una ciudad abierta, amigable con los vecinos y con nuestros visitantes", afirma Marisol Garmendia, concejala de Presidencia e Innovación. A su juicio, la reflexión estratégica permite imaginar una ciudad "implicada en el desarrollo sostenible, en la calidad de vida, la movilidad respetuosa, la lucha contra el cambio climático y la nueva gobernanza y la participación ciudadana".
San Sebastián "unida a su entorno y al mundo", dice Korta. El Plan Estratégico configura un escenario metropolitano en el que San Sebastián se abraza a los municipios de su entorno y, al mismo tiempo, se conecta internacionalmente con la eurociudad vascofrancesa y el resto de Europa. Ahí adquiere especial relevancia las potencialidades que traerán el tren de alta velocidad y el metro de Donostialdea.
Garmendia abunda en la oportunidad de "aprovechar el peso que está adquiriendo San Sebastián en la UE en asuntos como el conocimiento, la movilidad y la cultura", porque la capital "ya ha dejado de ser solamente un destino turístico".
El objetivo final es "conseguir la felicidad ciudadana", lograr "una ciudad de marca", sintetiza Korta. Las encuestas que se ha realizado durante la elaboración del Plan Estratégico indican que el grado de satisfacción de los habitantes de San Sebastián supera el 90%, por encima de ciudades como Estocolmo (algo más del 80%) o de ciudades estadounidenses (rondan el 65%).
Proyectos reales
- Basque Culinary Center: Su apertura está prevista a finales de este año. Se dedicará a la formación, Investigación y desarrollo en las ciencias gastronómicas.
- Polo de Innovación Audiovisual (PIA): Inaugurado la semana pasada, fomentará la industria multimedia y los contenidos digitales.
- Casa de la Paz: Ubicada en la antigua residencia de Franco, en Aiete, se orienta a la promoción, educación y sensibilización en la paz y los derechos humanos.
La nueva marca de la ciudad
San Sebastián se ha ganado la distinción de Ciudad de la Ciencia y la Innovación y fue elegida Mejor destino turístico 2010 gracias a su estrategia por estar en la vanguardia de la creación inteligente. Con este activo, la capital quiere desarrollar una estrategia de marketing de la ciudad asociada a la calidad, la creatividad y la innovación que mejore su notoriedad como lugar de referencia a nivel nacional e internacional, "utilizando sus elementos más singulares y con capacidad de atracción, como son el paisaje, la gastronomía, los proyectos de ciencia y tecnología, y la oferta cultural, enumera Kepa Korta, que ha llevado la batuta del Plan Estratégico donostiarra.
La profesora de la UPV Cristina Uriarte, con otras palabras, sintetiza todas las aspiraciones de San Sebastián: "Tenemos que conseguir una ciudad para vivir, caracterizada por ser abierta, bien conectada con el TAV y el metro, con una alta calidad de vida, cohesionada, que cuente con una ciudadanía activa y preparada para una evolución global cambiante, una ciudad en la que se fomente la cultura de la paz y la cohesión social, donde se primen los valores y el capital social. Una ciudad donde se apueste por la sostenibilidad como modelo de desarrollo económico, donde se prime la reducción de emisiones de CO2".
El mencionado plan estratégico va de la mano con la candidatura de San Sebastián como capital europea de la cultura en 2016. Comparten la idea de que las personas son el motor de las transformaciones, en definitiva, el aprovechamiento de la energía ciudadana que figura en el frontispicio de la candidatura donostiarra. También hay una coincidencia en que el objetivo debe ser repensar y rejuvenecer la ciudad y apostar la cultura, de tal modo que "San Sebastián se convierta en una ciudad de valores, que trabaja por la paz y los derechos humanos, de mentalidad abierta, plural, cosmopolita, y que trabaja en red con su área metropolitana, conectada con el ámbito de la eurociudad que va desde San Sebastián hasta Bayona", explica la edil Marisol Garmendia.
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