Aranzubia marca un gol histórico
El deportivista anota en el minuto 94 el primer tanto de cabeza de un portero en Primera
Cuando reflexiona sobre las sensaciones que le ofrece ser portero, Dani Aranzubia lamenta que en su oficio la gloria sea efímera, que una buena parada no se perpetúe en ninguna estadística, que las satisfacciones y las valoraciones sean casi siempre íntimas o de vestuario. Tantas veces salvador desde que hace tres años y medio llegó al Deportivo, ayer volvió a ser decisivo, pero por una vez lo fue en las dos áreas. Primero, mantuvo a su equipo en un partido en el que atravesó fases desastrosas. Luego, lo rescató en el descuento, en la última acción, con un gol, el primero que marca de cabeza un portero en la Liga española en Primera, un golpe de efecto que castigó al Almería, que mereció la victoria, pero al que la ventaja en el marcador le cambió el rumbo. El conjunto andaluz pasó de dominador a dejarse dominar y dio vida a un rival sin argumentos. Tan pocos tenía el Deportivo que tuvo que marcar el portero en el minuto 94 y de cabeza.
ALMERÍA 1 - DEPORTIVO 1
Almería: Diego Alves; Pellerano, Acasiete, Marcelo Silva, Luna; M'Bami, Bernardello, Feghouli (Juanito, m. 60), Piatti (Jakobsen, m. 76); Ulloa y Uche (Fabián Vargas, m. 84). No utilizados: Esteban; Goitom, Corona y Ortiz.
Deportivo: Aranzubia; Manuel Pablo, Lopo, Colotto, Morel; Juan Rodríguez, Juan Domínguez (Lassad, m. 59), Rubén Pérez (Pablo Álvarez, m. 77), Antonio Tomás; Riki (Sand, m. 63) y Adrián. No utilizados: Manu; Aythami, Juca y Laure.
Árbitro: González González. Amonestó a Acasiete, Lopo y Sand.
Goles: 1-0. M. 47. Piatti. 1-1. M. 94. Aranzubia.
Unos 10.000 espectadores en el estadio Juegos Mediterráneos.
"Nadie me ordenó subir. Fue una iniciativa mía", explica el protagonista
El gol de Aranzubia lo opaca todo, incluso el maravilloso tanto de Piatti, una joya de un futbolista al que algunos comparan con Messi. No lo es, pero a veces lo parece. Tiene imaginación e ideas, valores que no sobran en los equipos que pelean por seguir en Primera, siempre agarrotados por las apreturas y la mediocridad. Piatti se movió por todo el frente del área y causó un roto en la zaga del Deportivo. Solo le paró su físico, que se apagó tras una hora de partido. Antes tuvo tiempo de forzar una tarjeta amarilla de Lopo, una amonestación que pudo ser algo más porque el zaguero corrigió una imprecisión de Antonio Tomás con una entrada por detrás sin opciones de jugar la pelota. Después marcó un gol de bandera, con una rosca desde el pico del área que colocó el balón en la escuadra. Sí, el gol lo habría firmado Messi.
Desnortado y superado, el Deportivo padeció un suplicio durante largos minutos ante un Almería en puestos de descenso que ya le había ganado tres veces esta temporada. Lotina repitió el plan que le sirvió contra el Villarreal con cuatro centrocampistas interiores, pero se encontró con que tanta población en la medular no le dio la pelota.
Tan solo alguna carrera de Adrián dio aire a un Deportivo siempre a rebufo del Almería, que atisbó el gol de todas las maneras posibles: a través del gigante Ulloa, de las asociaciones entre Feghouli y Piatti y de la fortaleza de Uche o de Mbami. El arsenal era tan variado como las vías de agua que ocasionaba y el tanto del Almería llegó como algo de lo más natural.
Uno abajo y con los marcadores en el resto de los escenarios apretando la clasificación, el Deportivo cambió el paso, pero sobre todo lo varió el Almería. Donde antes hubo atrevimiento llegó la cautela, el irse atrás. No sufrió grandes padecimientos. Apenas un disparo lejano de Manuel Pablo que sacó Alves a córner. Pero el equipo de Oltra se mantuvo en el alambre. Sin Piatti, sustituido, se entregó al correr del reloj.
Al Almería le sobró la última jugada, un saque de esquina en el que Aranzubia se levantó entre una nube de rivales y conectó un testarazo histórico. "Nadie me ordenó subir", explicó después; "fue una iniciativa mía. Los porteros tenemos envergadura y en esas acciones creamos incertidumbre en el área aunque solo sea por molestar". Pero le cayó el balón en la cabeza y resolvió como los buenos. "Remató como si fuera Santillana", resumió su compañero Riki.
Goles, con los pies, de guardametas
- Antonio Pérez: uno con el Castellón (1943).
- Santamaría: uno con el Racing (1976).
- Fenoy: seis con el Celta y el Valladolid (de 1976 a 1985).
- Chilavert: uno con el Zaragoza (1990).
- Prats: dos con el Betis (2000).
- N. González: seis de pen.; Las Palmas (de 2000 a 2002).
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