Paisajes de mi padre

Autobiografía. Los amantes de la poesía de Dylan Thomas se sentirán atraídos por este libro. Lo escribió su hija Aeronwy en recuerdo de su infancia transcurrida en Laugharne, el pueblo galés donde Dylan vivió con su familia de 1949 a 1953, año de su muerte. Habitaron una casa llamada The Boat House, junto a un estuario, a merced de las mareas que podían anegar el jardín pero también llenar los ojos de fecundas emociones, narradas aquí con incrustaciones ocasionales en la vida de Dylan. Y es que, además, al ver esos paisajes con esos ojos, con los ojos de una niña, en cierto modo otorgamos su nobleza a los del poeta, que puede que tuviera ojos de niño para escribir sus mejores poemas.Su hija nos da noticias preciosas sobre los hábitos de su padre, es decir, sobre la forma en que era un desastre absoluto (alcoholismo incluido) o un hombre vulgar y corriente. Tuvo un final triste y más bien floja y distante paternidad, cuyo máximo fulgor en este relato es que de vez en cuando leía cuentos a su hija. Aunque en esta autobiografía ni hay rencor ni tampoco se falta en ella a la verdad.