La extraña hibernación de los osos negros
La temperatura corporal apenas cae mientras 'duermen'
Los osos negros, en Alaska, pasan entre cinco y siete meses al año sin comer, beber, orinar o defecar; luego emergen de la hibernación y están prácticamente en las mismas condiciones fisiológicas que cuando se retiraron a dormir en el otoño. Unos investigadores han querido observar en detalle ese proceso de hibernación en un grupo de osos (Ursus americanus) vigilándolos constantemente con cámaras y sensores. Sus conclusiones han sorprendido a los especialistas: los osos reducen poco su temperatura corporal durante la hibernación, pero su actividad metabólica cae notablemente. Lo normal es que los procesos químicos y biológicos de un organismo se reduzcan aproximadamente en un 50% por cada 10 grados centígrados de caída de la temperatura corporal, mientras que en los osos del estudio dicha temperatura solo es entre seis y siete grados menor de lo normal, aunque su metabolismo se ralentiza mucho más de lo esperado, hasta un 75% respecto de sus niveles en actividad. Y el metabolismo sigue en niveles bajos durante dos o tres semanas después de la hibernación.
Se les ha analizado de forma continua en condiciones de vida naturales
Para hacer el estudio, Oivind Toien y sus colegas, del Instituto de Biología Ártica (Universidad de Alaska en Fairbanks) y de la Universidad de Stanford, recluyeron a un grupo de osos en un recinto en el bosque alejado de las actividades humanas y con estructuras similares a cubiles naturales. Una batería de sensores ha permitido vigilarlos durante los meses de inactividad. Es la primera investigación de seguimiento continuo de la hibernación de los osos en condiciones de vida naturales, afirma la revista Science.
También han identificado en los osos fluctuaciones de temperatura en ciclos de varios días, variando entre 36 y 30 grados centígrados, durante ese largo período invernal. Los niveles de metabolismo se han podido medir por el oxígeno consumido en cada momento. Durante la hibernación, el corazón del oso pasa de unos 55 latidos por minuto a unos 14.
"Cuando el oso negro sale del período de hibernación, en primavera, no ha sufrido la pérdida de masa muscular, ósea y funcional que uno esperaría en el caso de personas que estuvieran en una situación similar de inmovilidad", dicen los investigadores. Por eso ellos creen que pueden encontrar en los osos mecanismos moleculares asociados a la hibernación que den pistas sobre los humanos. Eso, tal vez, pueda ayudar a desarrollar terapias o tratamientos de reducción del metabolismo y consumo de oxígeno en los tejidos humanos. Los científicos incluso mencionan la idea de aplicar la hibernación a los astronautas en viajes interplanetarios prolongados. Pero para eso hace falta mucha más investigación, advierten.
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