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La legalización de la izquierda 'abertzale'

El principal reto es ganar en Guipúzcoa y así obligar al PNV a pactos "difíciles de justificar"

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Sortu ganará las elecciones forales del 22-M en Guipúzcoa. Este es el resultado que, según ha comunicado la izquierda abertzale a sus dos socios de EHE, refleja la encuesta de que ahora disponen. Sin embargo, por encima de hipótesis, este territorio, el más soberanista de los tres del País Vasco, es considerado por Sortu como "un auténtico laboratorio" para asentar su nueva apuesta política.

Batasuna cree que está "en condiciones" de "ganar" en Guipúzcoa. Como referencia, apela a los datos de 2007, donde se apodera de las 72.693 papeletas del voto nulo, por debajo del PSE-EE, ganador con 76.868 y por delante del PNV, con 71.795. Según sus previsiones, "a lo que tuvimos, sumaremos lo que nos den EA y Alternatiba". En estos cálculos, desde luego, en EHE se trabaja sobre la idea de que Aralar, el otro referente abertzale con quien Sortu comparte ahora la esencia del ideario al rechazar la violencia desde posiciones soberanistas de izquierda, "se quedará en cuadro".

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En este escenario, el PNV tendría un problema para mantener su poder en la Diputación de Guipúzcoa, que ya estuvo a punto de perder en 2007 cuando PSE-EE y EA esbozaron un acuerdo de gobierno, roto al final. EHE estima que llegará a 14 de los 51 junteros del Parlamento foral y deja 12 escaños para PNV y socialistas, respectivamente. Con este supuesto reparto, sin posibilidad entonces de recurrir a EA y Aralar, el PNV se vería obligado a llamar a la puerta del PSE-EE y a requerir del PP, al menos su abstención. Y es en este supuesto, donde EHE fundamenta su objetivo. "Colocaríamos al PNV junto al frente unionista y así no podría jugar su papel nacionalista y abertzale porque le afearíamos con quién ha llegado a un pacto" para que su candidato Markel Olano continúe como diputado general.

Sortu, además, ya ha decidido que "solo apoyará a su candidato en todos los casos". Con esta decisión, si Odón Elorza gana en San Sebastián tiene asegurada su reelección. La izquierda abertzale, menos optimista en Vizcaya y desde luego en Álava, admite que el PNV mantendrá su dominio en suelo vizcaíno, mientras da "por hecho" el pacto entre PSE y PP para repartirse el poder en Vitoria y en la Diputación alavesa. Eso sí, esgrime que conquistará "mucho poder" en Ayuntamientos significativos de Guipúzcoa. De hecho, en 2007, las listas autorizadas en este territorio a ANV sumaron 193 concejalías, solo 7 menos que las 200 del PNV y muy por encima de las 138 socialistas.

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