El Museo Picasso ultima su particular laboratorio de ideas
Jordi Hereu afirma que el Ayuntamiento no recortará en Cultura
El Museo Picasso de Barcelona ya tiene máquina de pensar. En primavera abrirá al público su Centro de Conocimiento e Investigación, un nuevo espacio que pretende convertirse en faro local e internacional de estudio y divulgación de la obra del pintor. Son 1.600 metros cuadrados anexos a los palacios medievales de la calle de Montcada en los que se exhibe el legado de Picasso. La obra, que ha costado 6,7 millones de euros, ha sido financiada íntegramente por el Ayuntamiento de Barcelona. El inmueble es un contenedor rectangular en el que domina el vidrio diseñado por el arquitecto Jordi Garcés, responsable también de las reformas del conjunto histórico del museo.
El nuevo centro, previsto ya desde 1978, se ubica en la confluencia de la calle de Flassaders y la plaza de Jaume Sabartés, que se creó recientemente en honor al secretario de Picasso. Allí se abrirá una nueva puerta para descongestionar las colas que se forman en la calle de Montcada.
El edificio consta de dos plantas y un sótano. Se comunica con el museo a través de un patio interior y no se dedicará a la exposición de obras. Así, en la primera planta, se instalará la biblioteca, el centro de documentación y el archivo. El sótano será un almacén y el piso restante se destinará a actividades educativas y científicas. Será el más importante porque se llevarán a cabo talleres, posgrados y conferencias. Se concibe como un espacio dinámico para la reflexión y el debate crítico. Pero, sobre todo, pretende ser un foco internacional de creación de nuevos conocimientos en torno a Picasso, adecuado a todas las edades y abierto a todo el mundo. "Es la pieza que nos faltaba y estará abierto a los vecinos", explicó Pepe Serra, director del museo, en la presentación del edificio.
El acto fue oficiado por el alcalde Jordi Hereu, que criticó duramente el recorte de hasta el 20% en los grandes equipamientos culturales anunciado por el consejero de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell. "No aceptaremos que Barcelona pague la crisis en solitario", afirmó Hereu. Aunque Mascarell no citó los proyectos, uno de los que podría verse afectado es el Centro de Arte Contemporáneo de Barcelona, en el antiguo canódromo. Pese a ello, Hereu se comprometió a no disminuir las aportaciones municipales en los equipamientos consorciados con la Generalitat. Solo manteniéndolas, sin tan siquiera incrementarlas, "el Ayuntamiento asumirá un porcentaje superior al actual, con lo que estará por encima de sus obligaciones", alertó.
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