"Aliviado y feliz", Contador corre de nuevo

Como en 2009, como en 2010, Alberto Contador iniciará su temporada competitiva, su camino hacia el Tour de Francia, al sur de Portugal, en la Vuelta al Algarve. Como entonces, en las dos ocasiones, tratará de ganarla. Será hoy cuando, con una etapa que comienza en Faro y termina en Albufeira, el triple ganador del Tour estrene con dorsal el maillot de su nuevo equipo, el Saxo Bank de Bjarne Riis, cuando vuelva a competir después de varios meses de reposo y entrenamientos.

En apariencia, la rutina de los últimos años; una marca de los campeones, que nunca se apartan de los hábitos que les van bien. En realidad, el final de una pesadilla.

"Han sido meses de aprensión y agobio", dice Contador, que ya ha recuperado su licencia de corredor profesional, suspendida provisionalmente desde que el 26 de agosto de 2010 la Unión Ciclista Internacional (UCI) le comunicara que en su orina se habían hallado restos de una sustancia prohibida, clembuterol. "Pero, obviamente, ahora estoy aliviado y feliz", dice el madrileño, que viajó a Portugal llevando también en el bolsillo la resolución del Comité de Competición, poco más de 30 folios, por la que se archiva el expediente que se le abrió el 8 de noviembre por presunto dopaje. Una copia de la misma también se envió desde la federación por fax a las oficinas de la UCI -la federación internacional, que delega en las nacionales la gestión disciplinaria del dopaje- y de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), la organización que fiscaliza la correcta aplicación del Código Antidopaje. Ambos organismos pueden recurrir el archivo del caso Contador ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), la última instancia de la justicia deportiva, pero ninguno avanzó sus intenciones. "Debemos estudiar con profundidad la resolución", indicaron en la UCI, donde subrayaron que tomaban nota del "cambio de opinión" del comité español, cuya instructora había propuesto hace dos semanas una sanción de un año para Contador. La AMA se limitó a recordar que, si la UCI tiene un plazo de 30 días para recurrir, ellos cuentan con tres semanas más.

La UCI y la AMA no avanzan si recurrirán: "Debemos estudiar la resolución"

El Tribunal Arbitral suspendió por dos años a la atleta Onyia en un caso similar

De entre los múltiples comunicados y declaraciones de reacción, en su mayoría circunspectos, a una noticia que fuera de España se ha recibido con el escepticismo esperado -referencias varias en la prensa europea y estadounidense a cómo España protege a sus iconos deportivos-, solo uno es decididamente crítico. "Contador ha manchado el buen nombre de todo un sector para tratar de limpiar el suyo propio sin aportar prueba alguna", dice la nota de Asoprovac (asociación de ganaderos de vacuno), que se refiere a la defensa del ciclista, el argumento, aceptado por el comité, de que el clembuterol procede de un trozo de carne, de un solomillo de ternera, contaminado. Los ganaderos acusan a Contador de "faltar a la verdad" y recuerdan que de los 14.179 análisis a bovinos en 2010 no hubo en España ni un solo caso de clembuterol.

Las preocupaciones que impiden al mundo del ciclismo celebrar con cohetes la exculpación del mejor corredor de los últimos años van más allá de la carne. Se centran en el probable recurso de la AMA y la UCI. "Somos conscientes de esa posibilidad, por supuesto", dijeron ayer tanto Contador como Riis.

También es consciente de ello la federación española. Por ello se tomó el comité tanto tiempo en fundamentar y redactar su resolución, en justificar basándose en la reciente jurisprudencia, la aplicación del artículo 296 del Reglamento Antidopaje de la UCI, para que supere, llegado el caso, el escrutinio de los árbitros del TAS, un tribunal que -siempre recordando que cada asunto es un mundo y sus circunstancias- despellejó el año pasado a la Federación Española de Atletismo, que había absuelto de dopaje por clembuterol a Josephine Onyia, quien también alegó el consumo de carne contaminada. El TAS no atendió los razonamientos de la vallista española, basados en la presunción de inocencia, en la falta de voluntad dopante, en la nula capacidad dopante de la cantidad consumida, en la excepcional capacidad analítica del laboratorio de Colonia y en el habitual engorde fraudulento de ganado con clembuterol -parecidos argumentos a los de Contador-, y le suspendió durante dos años.