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El Real Jaén entra en concurso de acreedores para evitar su disolución

Los jugadores se agrupan en pisos ante el impago de sus nóminas

Ginés Donaire

El Real Jaén, un club con casi 90 años de historia, ha vuelto a sortear su desaparición al entrar ayer oficialmente en concurso de acreedores. La institución había pedido al Juzgado de lo Mercantil acogerse a la Ley Concursal por su situación de insolvencia y la deuda superior a ocho millones de euros que mantiene, principalmente con Hacienda y la Seguridad Social.

Desde el consejo de administración de la entidad se consideraba que esta era la única vía para garantizar la supervivencia de un club a la deriva, y que ya el pasado verano se salvó en el último momento de su disolución al llegar a un acuerdo con la plantilla para refinanciar la deuda.

Pero, lejos de mejorar, la situación ha ido empeorando desde entonces, como lo demuestra que el club, instalado en el furgón de cola del grupo cuarto de la Segunda División B, lleva varios meses sin luz ni agua en el estadio, varios jugadores han abandonado el equipo en el mercado de invierno por el impago de sus nóminas y aún no hay garantías de que pueda disputar el próximo partido en casa porque la empresa de seguridad privada también ha dejado de prestar los servicios.

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Tras su intervención judicial el club pasa a estar dirigido por tres administradores concursales, dos de ellos nombrados por el juez de lo Mercantil, el letrado Francisco Muriana y el economista Juan José Ruiz, y un tercero que será elegido por los acreedores del club. Su misión ahora será presentar un plan que garantice la viabilidad de un club que se convirtió en sociedad anónima en 2001, cuando militaba en Segunda División.

El máximo accionista y presidente del Real Jaén, Rafael Teruel, que dirige el club desde hace dos meses tras la marcha de Carlos Sánchez, ha manifestado que la ley concursal es una "buena noticia" para la viabilidad de la entidad, ya que de esta manera cree que ahora podrán llegar ingresos a la entidad al levantarse los múltiples embargos que pesaban sobre la entidad. Además, para el mes de abril está previsto que los jugadores comiencen a cobrar del Fogasa (Fondo de Garantía Salarial).

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El impago de varias nóminas ha llevado a buena parte de la plantilla a dejar sus pisos de residencia al no poder pagar los alquileres, y han optado por compartir piso en comunidad para optimizar los gastos. Además, el Ayuntamiento ha ofrecido al club utilizar las instalaciones del albergue juvenil para el alojamiento de los jugadores, lo mismo que ha hecho el Obispado de Jaén con la residencia Cardenal Merino. Hay que recordar que ya el pasado mes de noviembre, los jugadores tuvieron que desplazarse hasta Écija a jugar un partido en los taxis cedidos de modo gratuito por la asociación de taxistas de la capital.

El club jiennense emitió ayer un comunicado en el se ponen a disposición de los profesionales nombrados por el Juzgado de lo Mercantil, a quien le garantizan su "absoluta colaboración". Además, se hizo un llamamiento a la afición para que "colaboren con su club en esta época decisiva".

De modo concreto, se pide a la afición la asistencia al partido que el próximo domingo disputará contra el Yeclano, un rival directo para eludir el descenso de categoría. También se envió un agradecimiento a todas las personas, empresas e instituciones que han colaborado con el club y, en especial, a la plantilla y cuerpo técnico y trabajadores "por los sacrificios que están realizando" para intentar evitar la desaparición de la entidad.

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