El 'lehendakari' aboga por extender en mayo los gobiernos progresistas

El lehendakari, Patxi López, cambió ayer de matiz al abogar por consolidar el cambio político en las próximas elecciones municipales y forales de mayo. En esta ocasión se alejó de la crítica al soberanismo y recurrió al discurso izquierdista para situar al PSE como alternativa a PNV y PP. Durante la reunión del comité nacional que los socialistas vascos celebraron ayer tarde en Bilbao, el también secretario general del partido presentó a su formación como "la aspiración de mucha gente" que quiere en los Ayuntamientos y las Diputaciones equipos de gobierno progresistas frente al "peligro" que, en su opinión, suponen "los planteamientos conservadores en estos tiempos de crisis e incertidumbre".

El PSE ratifica todas sus listas para las elecciones del próximo mayo

López culpa al PNV de dedicarse "preferentemente a la descalificación"

López quiso animar así a sus bases, pieza fundamental de un partido que se jacta de gobernar en siete de los diez municipios más poblados de Euskadi. Supuso el punto de partida de un cónclave en el que se aprobaron las candidaturas que el partido presentará a los comicios de mayo. No habrá sorpresas. Los socialistas han apostado por valores seguros en las principales plazas ante lo que consideran una cita electoral clave tras su llegada al Gobierno en 2009. "Son unas buenas listas que tienen en la ilusión y el trabajo su denominador común", destacó el lehendakari.

La gestión desde Ajuria Enea fue el principal aval que esgrimió López al asegurar que los socialistas han conseguido hacer "más con menos". Frente a esta imagen contrapuso la de la oposición. Consciente de que las municipales se pueden interpretar como un termómetro de cara a las elecciones generales previstas para 2012, el lehendakari cargó contra el PP por su "irresponsable indiferencia a cualquier atisbo de colaboración" en el conjunto de España. En el escenario vasco, su crítica la enfocó hacia un PNV que, según destacó, "se dedica preferentemente al insulto y la descalificación".

López dibujó al PSE como garantía de gobiernos "responsables" y capaces de adoptar las decisiones necesarias frente a la recesión "sin desmantelar los servicios públicos". Fue en este punto cuando incidió en el discurso progresista y alertó sobre las "dos grandes olas de derecha" que pretenden debilitar el Estado del bienestar y la España de las autonomías, "fundamentos básicos", a su juicio, del desarrollo actual.

El secretario general de los socialistas vascos justificó también el reto de gobernar el mayor número de Diputaciones y Ayuntamientos para impulsar entre las administraciones los acuerdos que permitan aportar soluciones a los problemas ciudadanos. Aunque no hizo una mención expresa, la imagen de la asociación de municipios Eudel y de la Diputación de Vizcaya, que han mantenido algunos de los más duros roces entre PSE y PNV en los últimos meses, invadió el auditorio cuando López criticó, como contraposición a su objetivo, los organismos que se "utilizan para la bronca política".

Tampoco se quiso olvidar el lehendakari de su predecesor en el cargo. Rescató la figura de Juan José Ibarretxe y su reiterada defensa del derecho a decidir para abanderar como logro de su mandato el destierro del debate identitario. López recalcó la necesidad de extender el cambio y concluyó con un claro mensaje a los delegados. "Tenemos que unir a nuestro proyecto a todos los progresistas que quieran la modernización de Euskadi", arengó.