El reto pendiente de Messi y Cristiano Ronaldo

Genios del balón y de la definición, Leo Messi y Cristiano Ronaldo no resisten comparación con ningún otro atacante. Son los mejores. Pero tienen el punto flaco expresado en su currículo, ausente de éxitos con sus selecciones, exigencia popular para que se les integre en el selecto grupo de los más grandes de la historia, no solo de su época. Messi no ha besado la Copa Jules Rimet con Argentina, descabalgada del Mundial antes de tiempo y, por tanto, está un peldaño por debajo de Maradona y su México 1986. Tampoco lo ha hecho CR7 con Portugal, sin laureles y ni siquiera actuaciones memorables. Hoy, sin nada en juego más que el orgullo, ambas selecciones se baten en Ginebra (21.00, Nitro), terreno neutral. Un duelo para limar su única asignatura pendiente.

Son tiempos, sin embargo, de bonanza para los dos equipos, regenerados por sus nuevos técnicos. Sergio Batista, inspirado por Guardiola -"me gusta el juego del Barça; es el que hay que practicar"-, utiliza el 4-3-3 con Messi como "nueve mentiroso para que participe en la construcción del juego y esté cerca del gol". Lejos de la idea de Maradona, que le situó de enganche, pero con la obligación de actuar de conductor y no de rematador, con cuatro figuras por delante, pero igual que en el Barça, con Di María y Lavezzi a los flancos, ya que Tévez y Agüero no fueron convocados "por motivos técnicos".

Por más que fundiera a Brasil en un partido amistoso en noviembre pasado y que liderara a Argentina en la conquista del oro olímpico en Pekín 2008, a Messi le falta la coronación final. "No precisa un Mundial", replica Batista, que ya avisó de su participación como titular; "ya es el mejor jugador de la historia del fútbol".

Portugal también está fina porque con Paulo Bento al frente cuenta sus partidos por victorias. Entre ellas, el 4-0 a España -Argentina también le endosó un 4-1- en noviembre. Juega el equipo luso con un 4-3-3, con Cristiano de extremo izquierdo como situación de arranque, con Nani en la banda opuesta y con Hélder Postiga de ariete. CR7 se convertirá hoy además en el jugador más joven, 26 años, en alcanzar las 80 internacionalidades, récord que ostentaba Figo con 29.

Será la séptima vez que se midan Messi y Cristiano -el saldo es positivo para el barcelonista, con cuatro triunfos y un empate-, pero la primera que lo hagan con sus selecciones. "Son los dos mejores jugadores del mundo, aunque son completamente diferentes", opina Michel Platini, el presidente de la UEFA. Se equiparan, sin embargo, en la escasez de éxitos con sus selecciones. Hoy pueden desequilibrar un poco la balanza, dar forma a su reto pendiente.