El hijo de Múgica pide al Estado que actúe contra el nuevo partido

El homenaje a Fernando Múgica, asesinado hace quince años por ETA, se convirtió ayer en una llamada al Gobierno para que actúe contra la nueva formación política que nace al amparo de la izquierda abertzale. Rubén Múgica, hijo del dirigente socialista, declaró minutos antes de que comenzase en San Sebastián el homenaje en recuerdo de su padre, que ese "partido será ETA" y que lo que hay que hacer, por tanto, es "perseguirlo desde mañana porque es imposible que toda esa basura condene a ETA".

Al acto en memoria de Múgica, organizado por el PSE, acudieron familiares y amigos del fallecido y dirigentes socialistas como el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, el consejero de Interior, Rodolfo Ares, y el presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren.

María del Carmen Heras, viuda de Fernando Múgica, acompañada por todos sus hijos, presidió el homenaje, en el que Alfonso Guerra y Txiki Benegas presentaron un libro dedicado al abogado e histórico socialista, asesinado por ETA de un disparo el 6 de febrero de 1996, cuando caminaba por una céntrica calle donostiarra junto a uno de sus hijos.

Rubén Múgica, miembro de UPyD, se ha refirió a la presentación de hoy de en Bilbao de los estatutos de la nueva formación de la izquierda abertzale y señaló que "si Goebbels en la Alemania nazi hubiera hablado de libertad de expresión, las víctimas de aquel Estado del terror se hubieran estremecido" y "si Rufi registra los estatutos de un partido lo que hace es insultar a la inteligencia de los ciudadanos de bien", añadió.

Múgica recordó que no se puede olvidar porque su familia, quince años después del asesinato de su padre, "ni olvida ni perdona" y quiere contribuir a que en Euskadi haya una sociedad en la que los "vencidos sean los criminales, los Rufis y toda esa basura y los vencedores los ciudadanos que llevan décadas sometidos al imperio del silencio".

En el transcurso del acto, José María Múgica, otro de los hijos del homenajeado, también insistió en la necesidad de "poner en valor hasta el final de las consecuencias un instrumento maravilloso como es la Ley de Partidos".