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Adiós al amado Brooklyn, bienvenido al dinero viejo del Upper East Side

El escritor Jonathan Lethem se muda de barrio neoyorquino en 'Chronic city'

Andrea Aguilar

Durante años trabajó en librerías de segunda mano y aún hoy, convertido en uno de los escritores más celebrados de su generación, Jonathan Lethem (Nueva York, 1964) forma parte de una curiosa empresa de venta de libros, un club al que solo se tiene acceso por recomendación, localizado en un piso en el Upper East Side de Nueva York. Ese es uno de los escenarios de su nueva novela Chronic city (Mondadori), transformado en la ficción en el delirante apartamento de Perkus Tooth, un dandi desharrapado que desconfía de la tipografía de la revista The New Yorker e idolatra a Marlon Brando; una vieja gloria que agitó la ciudad con sus pósteres antes de hacer un breve salto a la crítica musical en Rolling Stone. Por su casa desfilan una singular galería de personajes en busca de marihuana, café y conversación: desde un apuesto joven que aún vive de las rentas de su carrera como actor infantil -cuyo trágico romance con una astronauta atrapada en el espacio le convierte en carne de titulares- hasta una descreída escritora que trabaja de negro.

"En la ficción es difícil reproducir la repetición diaria que se da en la amistad"
"En esta ciudad vivimos dentro del zoo, como en una cápsula del tiempo"

La amistad vuelve a ser uno de los ejes fundamentales en esta historia. "La ficción es un género que se resiste a reproducir la repetición diaria que se da en la amistad. Se dice que Nueva York está lleno de trabajadores obsesivos y que todo el mundo está metido en una carrera hacia el éxito, pero lo cierto es que también hay mucha gente que simplemente pasa el tiempo y la ciudad en sí misma puede ser un trabajo. Puedes llevar una vida cafeinizada sin una ocupación real", dice Lethem en conversación telefónica.

En Chronic city hay una tuneladora indomable, conocida como el Tigre, vasijas con cualidades seudomágicas, acupuntores con Rolex de oro en la muñeca y un edificio de apartamentos en el que solo viven perros. También aparecen mencionados un buen número de celebridades como el cantante Bono, el multimillonario George Soros o el agente literario Wylie. ¿Qué convierte a los neoyorquinos en criaturas tan exóticas? "Lo cierto es que no son tan distintos. Lo que ocurre es que viven dentro del zoo, como en una cápsula del tiempo virtual. En este libro quise contar qué se siente dentro de ella a principios del siglo XXI", explica. Lethem abandonó Nueva York el pasado verano y desde entonces ocupa en California la cátedra que quedó vacante tras la muerte de David Foster Wallace en Pomona College. Desde allí reflexiona sobre la diferencia original entre su ciudad natal y el resto de Estados Unidos. Cuenta que cuando aún era Nueva Ámsterdam, antes de la fundación del país, se autorizó el asentamiento de judíos porque eran buenos comerciantes. "Fue la primera ciudad secular construida en base al dinero y a la invención y no en función del credo o la raza. Se creó una amalgama de gente diferente que se regía por otra religión: el dinero".

Lethem asegura que la historia de su novela no surgió a partir de los personajes sino de la abrumadora sensación de desmemoria que sintió se apoderaba de la ciudad en los años siguientes a los ataques del 11-S. "El trauma se reconstruía y se convertía en una justificación para emprender guerras. Caímos en una depresión amnésica y todos volvimos a las fiestas, a los amigos, al cotilleo, a enamorarnos. Era casi una comedia. No se hablaba de los atentados ni de la guerra. Quise llamar la atención sobre esa pesadilla histórica y lo poco real que era", asegura. Ese estado crónico del título alude a la imposibilidad de sanar de una enfermedad y al tiempo estático.

El salto que da en la novela al otro lado del East River fue saludado con anuncios promocionales que proclamaban la llegada a Manhattan de Lethem -autor cuyo nombre está irremediablemente asociado a Brooklyn tras La fortaleza de la soledad y Huérfanos de Brooklyn-. Y entre todos los barrios de la isla eligió el más denostado por los jóvenes modernos: el Upper East Side. "Hay dinero viejo y en ese sentido es uno de los lugares más auténticos. Madison Avenue es la pila de ilusión y aventura, los museos, la riqueza, los apartamentos de 40 millones de dólares, y dos avenidas más allá están las ancianas que empujan carritos y gente que vive en apartamentos con renta controlada. Esto describe la locura, lo real y lo irreal, la vida y las aspiraciones que coexisten. Nada está disimulado y por eso es imposible que los jóvenes lo reclamen como territorio propio". Lethem encontró una conexión entre las acaudaladas calles que se extienden al este de Central Park, la paranoia y el horror, lo corrupto y lo decrépito del viejo dinero: "Es la versión americana de la pesadilla de Lovecraft".

El escritor Jonathan Lethem, en un festival literario en Nueva York.
El escritor Jonathan Lethem, en un festival literario en Nueva York.AFP

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Sobre la firma

Andrea Aguilar
Es periodista cultural. Licenciada en Historia y Políticas por la Universidad de Kent, fue becada por el Graduate School of Journalism de la Universidad de Columbia en Nueva York. Su trabajo, con un foco especial en el mundo literario, también ha aparecido en revistas como The Paris Review o The Reading Room Journal.
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