El ex director de Hacienda acusa a Ibarra de connivencia con dos asesores
Cree que el acusado les avisaba con antelación de que serían inspeccionados
Juan Ramón Ibarra padeció ayer la jornada más dura en el juicio por el que se le acusa de favorecer a contribuyentes. Tuvo que oír cómo su inmediato superior, el anterior director de la Hacienda de Vizcaya, Javier Muguruza, le acusó de connivencia con al menos dos asesores fiscales. Sugirió que el ex jefe de la Inspección Fiscal (el máximo responsable de vigilar el fraude) les avisaba de que iban a ser inspeccionados, con lo que evitaron pagar fuertes multas.
Desde el banquillo, Ibarra no pudo reprimir una sonrisa, tras mirarle de arriba a abajo, cuando Muguruza se acercó al estrado para declarar. Como se ha contado por otros testigos, el director de la Hacienda entre 1999 y 2003 afirmó que conoció el listado protegido de Ibarra (casi 170 contribuyentes que habrían sido favorecidos) en octubre de 2002. Fue al interesarse por la situación de un contribuyente, el asesor fiscal Fernando Gómez, quien aparece en el listado de Ibarra.
Asegura que había un mismo sistema de fraude en varios contribuyentes
Dice que el listado protegido de Ibarra impedía investigar a sus integrantes
"Me pareció terriblemente grave y mucho más en el caso de este contribuyente del que habíamos hablado muchas veces", afirmó en un momento de su larga declaración, de dos horas y media, en la que se basó en abundante documentación. Incluso exhibió correos electrónicos que se cruzó con Ibarra. Relató que Gómez -quien era además el asesor del grupo Llantada Aguinaga, el de mayor número de contribuyentes en el listado de Ibarra, con 45- solía participar en procesos concursales y Hacienda se planteó iniciar inspecciones a estos profesionales. "Me llamaba la atención que sistemáticamente nunca apareciera Gómez", dijo.
Explicó que la Hacienda mantuvo un largo contencioso judicial con este asesor, que en sus declaraciones cometía "errores aritméticos y quitaba la cifra final" de la liquidación, de tal manera que en vez de 1,9 millones concluía que debía pagar 190.000 euros. "En tres años, con ese error, supuso nueve millones de pesetas menos de ingresos a la Hacienda". Muguruza relató el caso de la esposa de Gómez, quien desde 1989 "estaba dada de alta como titular de un establecimiento de fotocopias. Pero era una fotocopia que le alquilaba [su marido] y le pagaba 100.000 pesetas todos los meses". Sobre la falta de inspecciones a este asesor, el ex director dijo que Ibarra nunca le daba explicaciones sino "evasivas, no había una negativa frontal".
El alto cargo de Hacienda aseveró que, al conocer el listado, inició una investigación interna junto a un inspector de su cofianza, en la que comprobó que desde 1998 y hasta 2002 dicha lista iba creciendo. Descubrió que poco antes de conocerla se retiraron contribuyentes y dio otro dato desconocido: una segunda lista en la que también hubo un corte. El denominador común, añadió, es que eran clientes de otro asesor, Iñaki González, y, como éste, otros amigos íntimos de Ibarra. "Con la nueva lista nos alarmamos bastante. Si la hubiera visto antes, hubiera tenido certeza de lo que pasaba". Su teoría es que todos ellos utilizaron el mismo sistema de fraude, lo que confirmó al investigar la propia consultoría de González.
Fue entonces cuando Muguruza desveló una connivencia del principal imputado con ese asesor. El director foral afirmó que el 14 de mayo de 2003 llamó a Ibarra para comunicarle que se iniciaría una inspección a la consultoría de Iñaki González. "Lo sabíamos los dos, [el inspector] Alonso y Silvestre [otro inspector que está imputado en la causa]". Pero, agregó, cinco días después la empresa presentó una declaración complementaria reconociendo una deuda de 136.000 euros "por los mismos conceptos por los que se iba a incluir en el plan inspección. Así no se le podía aplicar la sanción, que suele ser el doble de la deuda reclamada". Tras este hecho, afirmó que llamó el 23 de mayo a Ibarra, "de quien tengo la sospecha" del chivatazo. "No me dice ni que sí ni que no".
Entonces, el director de la Hacienda decidió incluir a otros contribuyentes asesorados por Ibarra "con la misma incidencia fiscal" pero sin avisar al entonces jefes de la Inspección. "A partir de ahí no hubo más filtraciones", manifestó.
Muguruza declaró que las explicaciones de Ibarra a la existencia del listado fueron "siempre inconsistentes", y opinó que la relación "producía los mismos efectos que un plan de inspección. Impedía que otros actuasen". Rechazó, como sostiene el principal acusado, que fuera una fuente de información. Sobre los otros tres imputados (un inspector, un subinspector y la jefa de Documentación), opinó que desconocían esta trama.
"Ordené una vigilancia a Ibarra"
El diputado foral de Hacienda cuando se destapó esta causa, Javier Urizarbarrena, afirmó que se enteró del listado protegido al mismo tiempo que su director. "Nuestra sensación fue de extrañeza". Manifestó que ordenó que se terminase con la práctica, se analizara a los contribuyentes incluidos en la relación "por si hubiera contingencias fiscales y una vigilancia más estrecha a Ibarra".
Afirmó que la entrada en el caso de la Fiscalía Anticorrupción -en marzo de 2003 se presentó la Guardia Civil en las oficinas de la Hacienda de Vizcaya- llegó "cuando estábamos en la investigación". Ayer también declaró el inspector jefe en esos años, Fernando Renedo, con quien Ibarra no ha ocultado su mala relación: "el ínclito Renedo", le calificó en su testimonio en este juicio.
Calificó de "anómala" la existencia del listado. "No lo veía ilegal pero sí contrario a la tradición". Afirmó que su predecesor, el imputado José Luis Silvestre, le explicó que se debía a que eran "contribuyentes con declaraciones complementarias".
Renedo relató casos de empresas a las que se retiró el plan de inspección y citó uno concreto en el que Ibarra ordenó que la investigación se limitase a las retenciones de trabajo personales. "No se permitió la comprobación en el IVA y en Sociedades. Eso no es normal. No recuerdo algún otro caso". Confirmó la presencia de asesores por los pasillos de las oficinas de Hacienda. "Fernando Gómez e Iñaki González venían a menudo".
Las frases
- "Me llama la atención que sistemáticamente nunca apareciera en los planes de inspección el asesor Fernando Gómez".
- "Me planteé el cese [de Ibarra]. Pero quedaban seis meses para terminar la legislatura y era prematuro contar con la gente de la nueva promoción".
- "Las declaraciones confidenciales [uno de los argumentos del acusado para justificar la lista] no dependían para nada de Ibarra".
- "La orden a Ibarra de la retirada de la lista fue clara y tajante. Cuando llegó la Policía en marzo de 2004 hice el ridículo al decirles que se había borrado. Todavía existía".
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