El consejero delegado de mañana, a los mandos de la empresa hoy
Experiencias, consejos, reflexiones. Con el programa Consejero delegado (CEO) por un día, puesto en marcha por las consultoras Odgers Berndtson y Ray Human Capital y el diario EL PAÍS, todos aprenden. Los jóvenes estudiantes, que pasan un día junto a directivos de varias compañías, absorben como esponjas todo lo que pueden de un mundo que desconocen: la trastienda, la médula espinal de las grandes empresas. Como dice la valenciana Carla Esplugues, CEO por un día de Pfizer, la presidenta ha compartido con ella "cosas que no aparecen en los ficheros".
Los directivos, por su parte, se miran en el espejo del tiempo para descubrir que los jóvenes universitarios que tienen delante se parecen bastante a lo que ellos fueron unos años atrás. Repasan entonces sus trayectorias y comparten sus convicciones con quienes probablemente recojan pronto el testigo. De paso, respiran el aire fresco que traen las nuevas generaciones, tomándoles el pulso; algo que no suelen desdeñar las empresas, dada su naturaleza de constante evolución y adaptación.
Una idea se repite en casi todas las citas: el consejero delegado tiene que estar seguro de que quiere serlo. El presidente de Vestas previene al joven burgalés Alejandro Lozano sobre la presión, la responsabilidad, las madrugadas en aeropuertos de todo el mundo. Alejandro comprende que para disfrutar de todas las ventajas de un trabajo de esas características hay que estar dispuesto también a hacer algunas renuncias.
Pupilos y mentores, por un día, se intercambian elogios que tienen motivos para ser sinceros: los primeros admiran la posición de los segundos; estos, las grandes aptitudes que aquéllos demuestran a pesar de lo jóvenes que son. Algunos se hacen obsequios, como el presidente de IBM España, que, sabedor de que Iván Cabezuela, madrileño, va a trabajar en banca de inversión, le regala varios libros sobre finanzas. Otros se felicitan por compartir preocupaciones, como el máximo dirigente de Unilever España, orgulloso de los programas de responsabilidad social de su empresa, algo que interesa mucho al joven estudiante sevillano Alberto Hurtado.
Cuatro nuevas experiencias del programa Consejero delegado por un día. Cuatro jóvenes estudiantes de brillante currículo. Cuatro empresas multinacionales preparadas para ser el escenario de contacto entre los líderes del presente y los del futuro. Todo sazonado con las ganas de aprender de los novatos. Y de los expertos.
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