Elsur multiplicó las facturas falsas ante una inspección de Hacienda

Elsur, la empresa que está situada en el epicentro de la trama de corrupción en el Ayuntamiento de El Ejido (Almería), multiplicó las facturas falsas en 2005 ante el inicio de una inspección de Hacienda. El empresario sevillano José Amate Rueda, uno de los principales imputados en la operación Poniente, obligó a 25 de sus empleados a rehacer partes de trabajo para cuadrar las cuentas por esta inspección.

Así lo relata en el sumario de la operación Poniente uno de los testigos protegidos que declaró ante la juez meses antes de la intervención en el Ayuntamiento de El Ejido, que se saldó con la encarcelación de una decena de personas, entre ellos el alcalde, Juan Enciso (PAL), y el interventor municipal, José Alemán.

Según este testigo, se confeccionaron partes de trabajo nuevos "durante muchos días seguidos, día y noche", "alterando los reales" para que "cuadrara la facturación".Amate salió en junio pasado en libertad provisional bajo fianza de 600.000 euros después de pasar nueve meses de arresto en una prisión de Alicante. Amate es propietario de seis subcontratas de la empresa mixta de servicios Elsur, participada por el Ayuntamiento de El Ejido (30%) y la empresa Agua y Gestión (70%). Agua y Gestión, a su vez, está participada por Abengoa, Cajasol y Cajasur. Antes de subcontratar con Elsur a sus empresas, Amate fue director de explotación de la empresa mixta.

Según el testigo protegido, las facturas que se rehicieron se emitían a otras subcontratas de segundo grado a las que en dos años se facturaron 1,2 millones de euros. El empresario -que "recibía una cantidad fija de Elsur por realizar unas tareas sin tener que dar cuenta de lo que verdaderamente se realizaba"- dijo que "recompensaría" a los trabajadores que modificaron facturas por su "esfuerzo".

La organización de Amate y su grupo familiar y de empresas ha sido calificada por la Fiscalía Anticorrupción como una "trama criminal organizada" y las declaraciones de otros testigos protegidos se encaminan a corroborar esa hipótesis.

Otro de ellos, un ingeniero de una subcontrata de Amate, describe el concepto de "relación valorada". Consiste en enumerar cada una de las actividades realizadas por la empresa en un mes junto a su valoración, pero dicha relación "es falsa". Según este testigo, los partes de trabajo reales se modificaban para cuadrar las cuentas.

Los partes, añadió este testigo, se duplicaban y se justificaban con el argumento de que los trabajadores que hicieron los documentos iniciales "eran analfabetos". Todo esto, según el testigo, lo conocía Elsur y sus consejeros.

Otro testigo protegido declaró ante la juez instructora, Montserrat Peña, que uno de estos consejeros, Manuel Fernández Heras, llegó a decir "de viva voz el segundo día de llegar" a la entidad que "todo el dinero que se está llevando Amate y compañía ahora" se lo iban a llevar ellos.

Esta persona reconoce que existía "exceso de personal" en la plantilla (que incluía a una hija del alcalde y a una sobrina), pero el único despedido durante el tiempo que este testigo trabajó en la empresa de servicios fue Celedonio Añez, primo de José Añez, concejal de Alcaldía y número dos del PAL. Esta persona "nunca trabajó de forma efectiva en Elsur" y, simplemente, "se le mandaba la nómina a su casa". El despido fue acompañado de una indemnización.

Otro testigo protegido, un ejecutivo de Elsur, confirma los argumentos del testigo anterior al asegurar la existencia de un "exceso de costes y de personal" y habla del concepto "Extrafree" que era para Aguas y Gestión. Se trata de 900.000 euros que la entidad facturaba anualmente por el concepto de asesoramiento y apoyo técnico informático. Agua y Gestión "tenía varias formas de facturar a Elsur: el canon que amortizaba anualmente y el Extrafree", relata este testigo.