El juez liquida la papelera Pastguren tras más de un año sin actividad
Vizcaya confirma el proyecto de instalar en Zalla una planta de biomasa
Un juzgado de lo Mercantil de Bilbao ha acordado la liquidación de Pastguren, la papelera de Zalla que se encuentra sin funcionar desde hace casi 16 meses, según confirmaron ayer fuentes oficiales. La decisión permite al menos a los 170 trabajadores poder acceder al desempleo -han estado todo este tiempo sin cobrar, salvo los afiliados de ELA, que recibían dinero de la caja de resistencia de este sindicato- y puede acelerar la viabilidad de la única solución abierta ahora: la construcción de una planta de biomasa. Esta planta iría en los terrenos de Pastguren, crearía 200 empleos y absorbería parte de los puestos de la papelera de Zalla, pese a tratarse de sectores productivos diferentes.
Los nuevos empresarios descartan el proyecto en Errigoiti
Pastguren se encuentra en concurso de acreedores desde octubre de 2009 -cuando también paró su producción- y pocos meses después los administradores concursales pidieron la liquidación, aceptada finalmente por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao, que tramita el concurso.
El futuro de la empresa fue abordado ayer en las Juntas Generales de Vizcaya. El diputado foral de Promoción Económica, Iñaki Hidalgo, confirmó, como adelantó ese diario en noviembre, que la única solución "abierta" para Pastguren es su sustitución por una planta de biomasa. Pero no aportó más detalles para que el proyecto no se frustre. "Se está haciendo un trabajo serio. No movamos las aguas de alrededor", manifestó Hidalgo.
La entrada de un importante grupo empresarial vasco en este proyecto está pendiente desde hace más de medio año del visto bueno de los trabajadores, que han intentado sin éxito que la compañía fuera comprada por otra papelera. Esos industriales promovieron inicialmente la planta de biomasa en el municipio de Errigoiti, donde lleva más de dos años de gestión y con un importante rechazo vecinal por los impactos medioambientales. La empresa creada para sacar adelante la idea, la ingeniería Bioforest Bost, firmó un convenio en noviembre con el Ayuntamiento de Errigoiti para impulsar la planta, pero ya no contaba con el respaldo de los empresarios, proclives a instalar la fábrica en Zalla.
El Departamento de Industria es también partidario de esta ubicación, ya que resolvería en parte el problema de Pastguren. Lo que está descartado es que haya dos plantas de biomasa por la capacidad del mercado y también porque el Gobierno tiene previstas ayudas para una fábrica de este tipo en cada territorio. En el caso de Álava, está aprobada una subvención de ocho millones.
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