La irresponsabilidad de Aznar
Estamos hartos ya de oír cómo una y otra vez el último de nuestros ex presidentes emplea el poco tiempo que dedica a su país a desprestigiarlo como Estado, a sembrar de dudas el potencial de sus compatriotas y, especialmente, a contribuir a poner en mayores dificultades a nuestra economía, apoyando sin tapujos a la manada de especuladores internacionales que esperan enriquecerse con nuestra deuda y presunta debilidad. Su inoportunidad en abrir la boca es ya un problema de Estado. ¿Por qué ese deseo de que nuestro país se hunda económicamente? ¿No sería más sensato ayudar al país y al partido que le permitió gobernar, y que según las encuestas gobernará 2012, contribuyendo a que el escenario económico para entonces sea el mejor posible?
Resulta difícil de entender que una persona con la responsabilidad que tuvo y se le presupone, y siendo asalariado de nuestro país por su condición de ex presidente, saque pecho por la gestión económica de sus ocho años de mandato, cuando estamos pagando la dura factura de su "economía del ladrillo y el hormigón", y más increíble aún que sus compañeros de partido callen o incluso aplaudan actitudes tan negativas para el interés común como irresponsables, únicamente por el hecho de resultar positivas para los intereses electorales o particulares.
Los ciudadanos estamos trabajando por mejorar las cosas y empezamos a estar hartos mientras menguan la estatura moral, política y el sentido de Estado del ex presidente Aznar.