Tenistas de última generación
Almagro y García López retan a Djokovic y Murray mezclando tradición y tecnología - Verdasco se cita con Berdych
"He venido aquí para hacer grandes cosas", grita Nicolás Almagro, y sus palabras son el tambor que anuncia la guerra que se avecina. Mañana, en octavos del Abierto de Australia, el murciano, vencedor 6-4, 7-6 (8) y 6-3 del croata Ivan Ljubicic, se enfrenta al serbio Novak Djokovic; anoche, Guillermo García López, albaceteño, lo hacía con el británico Andy Murray. Los dos españoles aparecerán bajo el sol, renegrida la nariz, blancos los tobillos que protegen vendas y calcetines, como herederos de una doble cultura. López, cuenta Juan Esparcia, su técnico, es un "un tenista que tiene que ser libre, creativo". En Almagro, dice José Perlas, su entrenador, "está surgiendo lo sembrado". Y ninguno de ellos, mezcla de artista y artesano, renuncia a la tecnología punta.
Hay cámaras superlentas, que frenan la vida y el movimiento; hay GPS que lo cuentan todo de un entrenamiento; hay, por supuesto, DVD para descomponer cada peloteo en una secuencia de elecciones acertadas o erróneas; hay aparatos de grabación minúsculos, que se agarran a la frente de los tenistas y registran lo que ven sus ojos; y hay radares en las prácticas para medir la velocidad del saque y obligar a mantener la intensidad, el esfuerzo.
"Hace años que trabajo analizando y editando DVD", explica Perlas. "Viajo, también, con resúmenes de varios jugadores y de sus partidos, y voy sacando datos", continúa, mientras Rafael Nadal, que hoy juega contra el jovencísimo australiano Tomic, pasa bromeando a su lado. "A veces edito un DVD de jugadas y se lo regalo a Nico. Pero, sobre todo, lo utilizo para mí, para ver las cosas con más calma", añade. "Parece que la tecnología a veces da miedo, pero sirve para mejorar esa décima de segundo, para lograr una apertura de ideas, para ver una solución táctica. Sirve para apoyar la intuición, el conocimiento del tenis nacido de la experiencia y los años de trabajo, pero no al revés", sigue.
La tecnología está en la fibra de carbono de las raquetas, en los cordajes o en los tejidos de secado rápido. Está en el ojo de halcón, que juzga las pelotas polémicas. Y sirve para observar las propias debilidades y desmenuzar las de los rivales.
"La idea es tener una base de datos amplia", cuenta Esparcia sobre el programa de la empresa Itusatennis que está probando, igual que la Federación. "Hace el trabajo más rápido", añade el técnico, que en 2010 vio cómo su pupilo le ganaba a Nadal en semifinales de Bangkok. "La ventaja de este sistema con respecto a los DVD que te dan de los partidos en los grandes es que no solo te enseñan lo que tú quieres ver. Ayuda a conocer a los rivales y a ver lo que haces tú mismo".
Todo eso juega en Melbourne, donde Tommy Robredo, (5-7, 6-2, 6-4 y 6-2 al ucranio Stakhovsky), se las verá con Federer (6-3, 6-3 y 6-1 al belga Malisse, su victoria 57 en el torneo, récord del Abierto).
En la segunda pista más importante, en la que hay un trozo donde la pelota no bota, jugó y ganó Fernando Verdasco al japonés Kei Nishikori (6-2, 6-4 y 6-3). Le espera el checo Berdych: "Le pega fuerte de todos los lados, saca duro, es muy complicado. Intentaré moverle y desgastarle".
Otros resultados. Hombres: A. Roddick (EE UU)-R. Haase (Hol.), 2-6, 7-6, 6-2 y 6-2. Mujeres: S. Kuznetsova (Rus.)-J. Henin (Bél.), 6-4 y 7-6 (8). C.Wozniacki (Din.)-D. Cibulkova (Eslq.), 6-4 y 6-3. A. Petkovic (Ale.)-V. Williams (EE UU), 1-0 (lesión). M. Sharapova (Rus.)-J. Goerges (Ale.), 4-6, 6-4 y 6-4.
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