Ibarra intenta implicar en la causa a sus superiores políticos en Hacienda
"¿Piensan que he estado 15 años actuando por libre?", asegura el acusado
El ex jefe de la Inspección Fiscal de Vizcaya Juan Ramón Ibarra dejó ayer un recado a sus superiores políticos, especialmente a algunos de los cinco directores forales bajo cuyo mandato estuvo al frente del control del fraude tributario en ese territorio. "¿Alguien puede pensar que yo he podido estar 15 años de subinspector actuando por libre?", preguntó en la segunda jornada del juicio que se sigue en la Audiencia vizcaína por trato de favor a casi 170 contribuyentes y en el que están imputado otros tres funcionarios forales por presunta colaboración.
Ibarra continuó su declaración del primer día, esta vez a las preguntas de su abogado, en la que dejó más claras las líneas de su defensa. Insistió en que el listado de contribuyentes que controlaba, y del que la fiscalía asegura que servía para evitar que fueran inspeccionados, era de conocimiento "generalizado" en Hacienda. Aunque la víspera admitió que no era conocido por los sucesivos directores generales, señaló que entendía que las medidas adoptadas, como la existencia del listado al que nadie podía acceder sin su permiso, eran aceptadas por el director de Hacienda de turno. "Ha adquirido eficacia lo que yo he dicho en la medida en que él no ha revocado mi decisión", dijo.
El imputado insiste en el conocimiento "generalizado" de su lista protegida
El ex jefe de la Inspección fiscal reitera que no ha cobrado sobornos
El acusado, quien se enfrenta a una petición de la fiscalía de 11 años de cárcel y una multa de más de 800.000 euros por delitos de falsificación, prevaricación, infidelidad en la custodia de documentos, cohecho y desobediencia, volvió a citar a Javier Muguruza, su superior inmediato entre 1999 y 2003, cuando se descubrió este caso. Aseguró que era, junto al inspector jefe, Fernando Renedo, el único que tomó decisiones sobre los contribuyentes del listado, al introducir nuevos nombres. Muguruza ha aseverado, según consta en la investigación, que se enteró en 2002 de la existencia del listado, por lo que pidió explicaciones a Ibarra en una tensa reunión, en la que éste le respondió textualmente: "A ti no te tengo que dar ninguna explicación". El acusado ha definido al ex director de Hacienda como "un pésimo director" y, como persona, "un paranoico y un envidioso".
Ayer explicó que la entrada de los contribuyentes en los planes de inspección debían llevar la firma del director del área y el mismo requisito era obligatorio para sacarles de dichos plantes. Pero agregó que, en la práctica, la retirada de una inspección a un contribuyente era un asunto delicado, que molestaba al inspector encargado de la investigación, y por eso aparecía solo su firma. "Yo iba de escudo", sostuvo.
Ayer volvió a afirmar que no ha recibido ningún dinero de esos contribuyentes ni de asesores fiscales. La fiscalía le acusa de cohecho al considerar que al menos cobró 337.000 euros por estas actuaciones. En la primera jornada del juicio, el ex jefe de la Inspección Fiscal justificó ese aumento de su patrimonio en una donación de su padre, ya fallecido, en dinero negro que guardaba en un armario. Una cantidad que ni su padre ni él declararon a Hacienda hasta que, tras el fallecimiento de su progenitor en 2003, la consignó en la liquidación de la herencia.
La vista volvió a congregar una nutrida presencia de funcionarios de Hacienda, que acudieron para apoyar a los imputados. Ayer incluso hubo desaprobaciones a las preguntas de la fiscal jefe, Carmen Adán, quien representa la única acusación al haberse retirado en marzo pasado la Diputación de Vizcaya. "Cállate ya", fue uno de los comentarios que salió del público en un momento del interrogatorio de Adán a los otros tres imputados. El juicio sigue hoy con las primeras declaraciones de testigos, funcionarios y empresarios del listado de Ibarra.
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