Hipocresía, engaños y secretos

Un pastor protestante del Bronx enseña a conseguir el cielo que desea cada uno, una mujer hace todo lo que puede para parecerse a la amante de su marido, una muchacha se despide tras el verano de sus compañeros y regresa luego porque se le ha olvidado el paraguas mientras los amigos se esconden, ya que un segundo adiós sería pura representación... Son historias escritas por Alfredo Sanzol, una de las grandes ráfagas de oxígeno del teatro español actual. El escritor y director presenta en el Teatro Central de Sevilla la trilogía formada por Risas y destrucción (hoy a las 20.00), Sí, pero no lo soy (mañana a las 21.00) y Días estupendos (jueves a las 21.00). Las tres obras, que llegan a la capital andaluza de la mano del Centro Dramático Nacional, podrán verse seguidas el sábado a partir de las 20.00. Es la primera vez que se ofrece una versión íntegra de la trilogía en sesión continua. "Tengo ganas de compartir el sábado algo que aún no hemos vivido", comentó Sanzol ayer en la presentación de la trilogía, que es el fruto de siete años de trabajo.

El humor recorre 'Risas y destrucción', 'Sí, pero no lo soy' y 'Días estupendos'

"Son escenas cortas. Pero estas escenas cortas no están separadas. Hay una línea invisible que las une. Cuando sale de ver estas funciones, el público tiene la sensación de ver una obra larga", afirmó Sanzol, que fue nominado a Mejor Autor Teatral y Mejor Director en los Premios Max 2009.

"A lo largo de nuestra vida vamos acumulando pequeñas historias, que son las que quedan en el recuerdo. Todos nosotros tenemos una serie de historias que han influido en nuestra vida. Si contamos nuestras 20 historias, ahí tenemos nuestra vida. En esas historias cortas es donde se definen las personas. Esas historias cortas encierran una manera de ver la vida, una filosofía, una ética...", explicó el escritor y director.

El humor, que Sanzol define como "una herramienta de pensamiento", recorre las obras. "De qué nos reímos y cómo nos reímos habla de quiénes somos como personas y como sociedad", resumió Sanzol.

El tema de la identidad subyace en la trilogía. "Veo que las personas tienen muchas identidades que forman una, como si fuera un mosaico. Socialmente se piensa que una persona es de una determinada manera. Y eso es mentira. Las personas somos de muchas maneras y mutables. Socialmente se nos obliga a ser de una determinada manera y, además, de una manera inmutable. Si tienes unos amigos desde pequeño y hace tres años que no les ves y has cambiado en algo, hay que dar muchas explicaciones porque socialmente se exige esa inmutabilidad que da seguridad", aseveró el escritor. "Esto hace que no podamos fluir vitalmente. El problema es que preferimos vivir como los demás imaginan que somos antes que dar explicaciones. Eso produce hipocresía, engaños, secretos, conflictos, traiciones... Esta trilogía habla de todo eso", afirmó el autor.

El reparto de las obras está formado por Natalia Hernández, Elena González, Pablo Vázquez, Juan Antonio Lumbreras y Paco Déniz. "Llevamos trabajando juntos desde 1999. El trabajo de interpretación es una fuente de inspiración para mí. El hecho de que ellos hayan formado parte de la trilogía desde el inicio hace que sean en parte autores y creadores de ella. Su manera de expresarse y contar es fundamental para hacer lo que hacemos", comentó Sanzol.