"Me pone mala el tópico del sindicalista vago"
Si hubiesen conocido a Cristina Bermejo en un bar en lugar de en esta contraportada, es posible que se hubiesen despedido sin saber a qué se dedica. En los momentos de ocio, la secretaria de Juventud de Comisiones Obreras evita las discusiones que siguen cuando dice que es sindicalista. "Tiene malísimo caché. Y me pongo mala con el tópico del sindicalista vago, mangante y con su chaqueta de pana raída". Ella lleva anillo y pendientes de colores y, de adorno en el jersey, una chapa que dice strike (huelga, en inglés). "Me la regalaron unos compañeros alemanes y me gusta llevarla; hay cosas que hay que tener presentes".
La cita es en unos de los restaurantes de menú que frecuenta a mediodía, en la señorial plaza de Chamberí y le importa muy poco que quede pijillo para una sindicalista. "Qué le voy a hacer si me coge al lado de la sede". Bermejo pide con moderación y habla con dificultad, resultado del efecto de un resfriado en los nódulos de su garganta. Su voz, grave, acabará convertida en un hilillo ahogado.
La representante de CC OO cree que la reforma de pensiones ataca a los jóvenes
Pero vayamos al grano: la reforma de las pensiones no dibuja un panorama muy halagüeño para los jóvenes. "Son quienes más van a sufrirla. Ellos y las mujeres", explica Bermejo. "En estos momentos 7 de cada 10 se jubilan a los 65 años con el 100% de la pensión. Si de pronto se ampliasen los años de cotización de 35 a 41 años (como propone el Gobierno), solo lo lograría entre el 50% y el 40%. Y de nuestra generación no va a llegar casi nadie porque nos incorporamos más tarde que nuestros padres al mercado laboral, solapamos contratos temporales y tenemos muchas lagunas en nuestro historial de cotización", dice mientras limpia la lubina con paciencia infinita. "Es un ataque flagrante a la gente joven".
Bermejo -que con 35 años está en el límite de lo que se conoce como "joven"- no responde al cuadro generacional. Estudió FP e imagen y sonido y a los 24 años entró a trabajar de editora de vídeos en Telemadrid. En 2003 fue elegida delegada sindical de la cadena ("la manipulación en Telemadrid daría para toda otra entrevista"). Hace dos dio el salto a la sede central. "Buscaban a alguien joven, de empresa y a ser posible mujer, así que tenía muchas papeletas... Me gusta. Aprendo muchísimo y me siento viva".
Bermejo sabe que es una excepción. "A no ser que me despidan, soy uno de los pocos bichos raros con opciones a cobrar el 100% y por los pelos". También alerta de que estamos viviendo un proceso de nombre inquietante: efecto sustitución. "Es decir, quito de la empresa a los trabajadores con antigüedad y derechos y contrato a otros más jóvenes sin pluses y con sueldos mucho más bajos", dice dando un sorbo al té para suavizar la garganta, pero sin lograr el objetivo. "Estamos en la situación más crítica de nuestra generación".
¿Y qué haría para aliviar el déficit? "Aumentar los impuestos de los que más tienen, recuperar el impuesto de patrimonio y fomentar la natalidad aumentando la escasa oferta de guarderías públicas para que la gente tenga hijos". Mmm... Pero ella no se aplica el cuento. "Es algo en lo que pienso a corto plazo. Mi madre me amenaza, dice que si tardo mucho será mayor para echarme una mano".
... Y mientras tanto, en Francia y Reino Unido las protestas juveniles acaparan portadas. "Aquí tenemos una apatía y un individualismo que asusta", dice. "A veces me desespero y pienso: 'Que se hunda todo a ver si reaccionamos".
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