Risas que ahogan el llanto

¿El cáncer, cosa de risa? ¿Una enfermera enganchada a las drogas? ¿Una madre con síndrome de personalidad múltiple? Ninguna de estas tramas destila lo que se dice a humor y sin embargo todas ellas están entre las candidatas a los Globos de Oro, que se entregarán el próximo domingo, en el apartado de mejor comedia o musical. ¿Acaso se han vuelto locos tanto la cadena Showtime , productora de estas tres series, The Big C , Nurse Jackie y United States of Tara , como los miembros de la Academia de Televisión o incluso el público han aceptado las tres ficciones y otras igual de peculiares como una nueva forma de comedia? ¿Difícil de creer? Mucho, o si no que se lo pregunten a Edie Falco, que cuando recibió hace unos meses el Emmy como mejor actriz de comedia por Nurse Jackie no dejó de decir que el premio era "ridículo" porque ella no tiene gracia. "Tengo un gran respeto a las actrices cómicas como para sentirme cómoda con esa etiqueta", reconoce la actriz, famosa por su televisivo papel de Carmela Soprano.

Mejor que se vaya acostumbrando porque además de su nueva candidatura en la categoría de comedia por el mismo trabajo, esta vez en los Globos de Oro , los ejemplos en los que se confunde el drama y la comedia son cada vez más numerosos. Y populares. "Nunca pensé que pasaríamos del piloto y ya vamos por la séptima temporada", confiesa Mary-Louise Parker, galardonada con anterioridad por la serie Weeds, otro ejemplo a caballo entre los géneros donde interpreta a una madre modelo que además es traficante de drogas. A Laura Linney, también candidata al Globo de Oro por su papel en The Big C , le parece algo natural. "La comedia es un mecanismo de supervivencia. De ahí que funcione tan bien".

El éxito del género está plenamente relacionado con la llamada nueva era de oro de la televisión propiciada por los canales de pago. Se espera de ellos guiones más elaborados donde la comedia llegue a su madurez liberándose de esa pátina de formato menor al que se vio reducida por culpa de las sitcom (comedias de situación) y en busca de un mayor contenido, de más dramatismo. Porque al fin y al cabo series como House o El mentalista también procuran salpicar con humor unos diálogos que no solo rayan sino que sobrepasan los límites entre el drama y la comedia. Sin embargo nunca son abiertamente considerados como una verdadera comedia como ocurre con Nurse Jackie o Monk.

"The Big C no podría estar en otra cadena. Siempre piensan fuera de lo establecido", afirma Linney del canal de cable Showtime. Lo que estos canales no parecen aplicar es el mismo rasero cuando se trata de series protagonizadas por un hombre. Porque sobre el papel la premisa de Breaking Bad, centrada en un profesor cuyo diagnóstico de cáncer da un vuelco a su vida dedicándose a cocinar y traficar con drogas, no tendría mucho que envidiar a la de The Big C. Pero Bryan Cranston defiende su candidatura al Globo de Oro en la categoría de mejor actor dramático. Y pocos momentos más dramáticos que el de un niño asesinando a otro con un bate de béisbol como mostró la última temporada de la comedia Weeds. Las actrices protagonistas de las diferentes series de humor no tienen ningún problema con estas diferencias de género. "Claro que mi personaje parte de un lugar horrible y en un principio fue sobrecogedor enfrentarme a un papel así. Un trabajo duro. Pero también de lo más divertido", acepta la australiana Toni Collette, ganadora el pasado año del Globo de Oro a la mejor actriz de comedia o musical con United States of Tara. "Se trata de buscar el equilibrio. Y son precisamente esas imperfecciones humanas a las que el público responde mejor en la televisión", concluye Falco.