Cuarto vertido en tres meses

Una colisión entre dos buques en el puerto de Tarragona originó ayer el cuarto vertido en tres meses en la provincia, tres de ellos en el último mes con un saldo de unos 200.000 litros de crudo y carburante arrojados frente a la costa, según estimaciones de la Subdelegación del Gobierno en la provincia. El último incidente causó una fuga menor, inferior a 7.000 litros de carburante, pero prolonga la sucesión de vertidos que contrasta con la seguridad defendida por empresas como Repsol, responsable de tres de los últimos vertidos de crudo cuya reiteración achaca a la casualidad.

El accidente se produjo a las 9.15 durante los trabajos de ampliación del muelle. Un remolcador chocó con una barcaza y se le abrió un boquete en el depósito (con capacidad para 7.000 litros y no estaba lleno). El plan de emergencia fue activado. La mancha sobrepasó las aguas del puerto, pero el vertido quedó confinado a mediodía aunque los barcos seguían trabajando en la limpieza anoche. El último trimestre ha tensado las relaciones entre la Administración, los vecinos y el polo petroquímico de la provincia, una treintena de empresas que supone cerca del 40% de la actividad del sector en España, genera unos 10.000 empleos y aporta unos siete millones de euros a las arcas municipales solo en Tarragona.

Sin embargo, y por primera vez, vecinos, alcaldes y el Gobierno coinciden en exigir soluciones a las petroquímicas para que no perjudiquen la otra fuente de ingresos de la provincia: el turismo.