Detenido un estudiante de ESO por dejar en coma a una compañera

Un joven de 16 años ha sido detenido en la localidad murciana de Lorquí (6.500 habitantes) tras golpear "con un objeto contundente y de forma continuada en la cabeza" a una menor de 15 años, compañera suya del instituto de enseñanza secundaria Romano García donde él estudia cuarto de secundaria (ESO) y ella tercero. La chica, de nacionalidad ecuatoriana, permanecía anoche ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia en estado de coma.

El joven, tras pasar por el Juzgado de Menores número 1 de Murcia, ingresó ayer de forma cautelar en un centro de régimen cerrado. Está acusado un delito de homicidio en grado de tentativa.

La policía investiga qué relación tenían, por qué estaban en el interior de un trastero situado en la azotea del edificio en el que reside el agresor y por qué se produjo la agresión. Fuentes de la policía local han asegurado que "eran amigos" y una de las hipótesis es que la chica fue "voluntariamente al domicilio de su agresor para estudiar". Según las mismas fuentes, "tras una fuerte discusión por causas que se desconocen fue agredida con una plancha".

El menor arrestado dijo en su primera declaración ante la policía tras ser detenido que "no eran pareja" y así lo destacó ayer el delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar para descartar que se trate "de un caso de violencia de género". "Entre los dos no existe ninguna relación afectiva".

Ni una pelea

Mientras tanto, en el instituto, los compañeros guardan silencio. "Estamos impactados, este no es el típico centro conflictivo, no tiene mala fama". Lo dice uno de los trabajadores del Instituto Romano García que confiesa no conocer a ninguno de los dos chavales, dice estar "sobrepasado por las circunstancias" e intenta ser contundente: "Jamás he visto ni una pelea ni un puñetazo en el centro, es un instituto muy tranquilo". Oficialmente, desde el centro no se han hecho declaraciones y se insiste en la idea de que los hechos ocurrieron fuera del horario lectivo.

Eso sí, ninguno de los vecinos dice haber oído ni visto nada en el edificio. El presunto agresor fue detenido unas dos horas después de una llamada a la Guardia Civil de Molina de Segura. De esta llamada únicamente ha trascendido que "advertía de la agresión que había sufrido la menor".