El fin de la veda de vieira en Ferrol pone coto a los furtivos

Fin de la veda a la vieira en la ría de Ferrol. La última analítica del Instituto Tecnolóxico do Mar (Intecmar) sobre una muestra tomada el pasado sábado en aguas de la ría ferrolana, da luz verde a la extracción de vieira la semana próxima. La noticia fue muy bien acogida en el pósito ferrolano, castigado por las deudas y la contaminación, ya que les permite poner coto a los furtivos, que en las últimas semanas extrajeron varios kilos de vieiras, ilegales y contaminadas, del fondo de la ría, que presumiblemente colocaron en los mercados gallegos como producto fresco sin garantías sanitarias.

El patrón mayor de la cofradía ferrolana, José Luis Estévez, recibió ayer la autorización de la Consellería do Mar para retomar la extracción de vieira a partir del próximo lunes, permitida para una veintena de embarcaciones de las tres cofradías que faenan en la ría: Ferrol, Barallobre (Fene) y Mugardos.

Los estudios biológicos concluyen que el músculo de la vieira está libre de toxinas y es apto para el consumo, una vez eviscerado.El protocolo obligatorio para toda la vieira gallega consiste en retirar el hepatopáncreas del molusco, donde se concentra la mayor cantidad de toxinas, muy dañinas para el ser humano. Sólo hay dos empresas homologadas para llevarlo a cabo: Almejas de Carril y Vieiras de Galicia. Según Estévez, ajustarán el volumen de extracción a la capacidad que tenga la segunda firma -con la que alcanzaron un acuerdo comercial- para procesarlo.

La ría ferrolana se cerró a la extracción de vieira tras el naufragio del Mar Egeo, en diciembre de 1992 y así se mantuvo hasta mayo de 2010. Tal era la abundancia de conchas, que en una sola hora de faena, tres mariscadores cosecharon 150 kilos el primer día. Sin embargo, tras dos meses, la ría se volvió a cerrar, al detectarse nuevamente niveles elevados de toxina amnésica. Esto no impidió que los furtivos esquilmaran el fondo de la ría las pasadas navidades llenando sacos con vieiras tóxicas que, probablemente, vendieron como producto fresco sin eviscerar.

La dirección de la cofradía alerta desde hace mes y medio del saqueo intermitente de los furtivos. Cuenta que en Nochebuena observaron como un pequeño grupo de furtivos se escabullía "con siete sacos llenos" y alertaron al Seprona. Las capturas ilegales se repitieron en los días posteriores. Según los mariscadores estos productos ilegales se sirven luego en reputados restaurantes de Santiago y Lugo.