Acordes de horizontes remotos

"No me gusta el uso de la palabra paisaje para nuestra música", avisa riguroso el contrabajista Camilo Bosso. Pero es inevitable que al escucharla ronde la visión de ciertos horizontes. Compases con guitarras que evocan remotas estepas y tonos árabes rescatados de un ficticio far west marroquí.

El grupo sevillano Las Buenas Noches ultima la grabación de su segundo álbum, Un mal día lo tiene cualquiera, que estará listo en un par de semanas tras su masterización en EE UU. Una decena de canciones grabadas en directo que bordean la difusa frontera del folk, el blues y el rock adobados con acordes de ukelele, banjo, charango y todo tipo de instrumento que genere una selva de acordes atmosféricos. Porque el sello de esta banda tras cuatro años de tablas es la singularidad. Matices circenses, árabes, balcánicos y siempre exóticos que visten la voz de Rubén Alonso y logran que la escucha se detenga en los detalles.

Instrumentos como el ukelele o el banjo dan al grupo un sello personal

El álbum se podrá descargar gratis desde la página web del conjunto

"Mira como me mira el hombre del tiempo / Ni un poco me ama ni un nada me odia", reza la letra de El hombre del tiempo. Las Buenas Noches persiste en ritmos de medios tiempos y en su búsqueda de sonidos inéditos con instrumentos insospechados como el dulcimer y el dobro. "Compartimos una fascinación por músicas de otras culturas, pero siempre relacionado con el folclore y la búsqueda de música de raíces", afina Alonso. Sus miembros respiran satisfechos con el resultado: "El primer álbum fue una especie de experimento casero. Ahora el grupo está mucho más unido y compacto. Todo es más coherente", resume el cantante. A su voz le acompañan Miguel Brieva (guitarras), Daniel Cuberta (batería), Daniel Matas (piano y cuerda) y Camilo Bosso (contrabajo). Ayer todos reían divertidos en la breve sesión de fotos mientras ingeniaban cómo no posar "en plan estrellas de rock".

Tras el rompedor Aventuras Domésticas, este segundo disco ha sido gestado en treinta sesiones en el estudio La Mina, un chalé de Espartinas (Sevilla) que se ha erigido como la nueva cuna de la mayoría de los grupos de música independiente andaluza. A los mandos de la mesa de sonido, una Raindirk de 1973, está Raúl Pérez, un joven cordobés de solo 25 años. "Este disco es mucho más oscuro y se nota una evolución tras estos años tocando. Su sonido está más encontrado. Recuerda a muchas imágenes visuales, todo paisajes y naturaleza", ilustra Pérez. Sobre la grabación en directo, el productor matiza: "Eso ensucia las cosas en la grabación, pero gana en expresividad".

El álbum se editará en formato vinilo y CD, probablemente a los precios irrisorios que se vendió el anterior (3 y 5 euros). Olvidado el lucro, el objetivo es difundir la música a toda costa. "La propia industria se replantea sus beneficios, y nosotros que no somos industria... Se trata de cambiar la dinámica de mercado", explica Brieva. El disco estará disponible en la web lasbuenasnoches.com para que cualquier aficionado se lo descargue gratis.

Al margen de la música, las ácidas imágenes de Brieva, corrosivo dibujante de cómic, darán al disco el empaque y atractivo gráfico del anterior. Junto a Brieva, la banda está formada por un arquitecto, un informático y un videoartista. Solo un músico profesional aporta su talento al grupo. Atmósferas bizarras de otras latitudes que comparten con bandas de sonido crustáceo como Sigur Ros o más cristalinas como Iron and Wine. Ello a pesar de que los miembros rechacen mencionar influencias musicales y etiquetas.

Cuberta ansía conciertos en espacios alternativos a las salas tradicionales, en decadencia mucho antes del auge de Spotify: exposiciones, intervenciones callejeras o plazas que exporten su música a públicos inesperados. "Mayores y niños son nuestra especialidad. Nuestro mejor fan fue un niño de cuatro años tocando una guitarra ficticia y cuatro señoras mayores que nos compraron los discos", bromean a coro. La intención de la banda es multiplicar los conciertos tras el lanzamiento del álbum. De momento, su próxima cita es en el aulario La Bomba de Cádiz el próximo 20 de enero.