La falta de un liderazgo claro lastra un proyecto considerado estratégico
La ejecución de la dársena se enreda en el complejo entramado institucional
La idea de construir un puerto a mar abierto en Pasaia ha conocido, en los diez años que dura su prolongada gestación, a tres presidentes de la Autoridad Portuaria (APP) y soportado mal que bien los vaivenes que el intrincado entramado institucional y la polémica política infunden a los grandes proyectos del territorio guipuzcoano. Todo ello no ha hecho sino entorpecer y retardar el desarrollo de esta infraestructura portuaria que la clase dirigente siempre ha considerado "estratégica" para el futuro de la provincia.
La primera víctima del puerto exterior fue José Ignacio Espel, máximo responsable de la APP durante nueve años, entre septiembre de 1998 y julio 2007. Espel lideró la misión de presentar, de la mano de la Cámara de Comercio de Guipúzcoa, el primer boceto del puerto exterior de Pasajes. Bajo su mandato en la Autoridad Portuaria, fue el encargado de crear en la sociedad y entre los partidos políticos una corriente favorable a la construcción de la futura dársena. Espel dejó su cargo habiendo puesto en marcha numerosos estudios e informes previos que planteaban la viabilidad técnica y económica de la mencionada infraestructura.
Espel, Txabarri y Buen han gestionado el proyecto en 10 años
La sintonía entre PNV y PSE comienza a dar señales de desgaste
A mediados de 2007, Joxe Joan González de Txabarri, hasta entonces diputado general de Guipúzcoa por el PNV, asumió la presidencia portuaria y las riendas de un proyecto que no acababa de cristalizar. En apenas dos años de trabajo, tuvo que hacer frente a la fase más farragosa y compleja de la misión: el inicio de la tramitación administrativa, primero con la redacción del plan estratégico del puerto y después con la elaboración del Plan Director y su evaluación ambiental.
Al socialista Buen, en el cargo desde junio de 2009 tras la llegada de su partido al Ejecutivo vasco, le ha correspondido también una tarea delicada: continuar adelante con el proceso administrativo y, sobre todo, reformular el proyecto inicial de dársena exterior para reducir notablemente sus dimensiones y adecuarlo a las posibilidades financieras de las instituciones. La situación de crisis, el recorte de las inversiones del Gobierno central, le obligaron a rebajar las pretensiones originales. Buen también ha tenido que bandearse con la presión que el propio Ministerio de Medio Ambiente y los grupos ecologistas han ejercido para salvaguardar al máximo la riqueza natural del monte Jaizkibel, que se vería sometido a impactos medioambientales "severos".
Los tres presidentes que han gestionado este asunto se han distinguido por una defensa acérrima de la propuesta de sacar al exterior de toda la actividad portuaria de Pasajes. La Autoridad Portuaria podría recibir en breve a un nuevo mandatario si, como todo apunta, Buen abandona el barco para retornar a la arena política. El PSE le ha elegido candidato a diputado general de Guipúzcoa en las elecciones forales de mayo de 2011. Si recoge el acta de juntero estaría obligado a dejar la presidencia del puerto, según está establecido en el reglamento de las Juntas Generales. Para ese caso, los socialistas podrían tener como recambio en Pasajes al actual director de Puertos del Gobierno vasco, el también socialista Félix Asensio.
El desarrollo del proyecto portuario tampoco ha estado exento de turbiedades políticas que no han ayudado a consolidar la ejecución del mismo. Las dificultades surgieron durante la primera etapa por la división que se abrió en el seno del gobierno tripartido de Juan José Ibarretxe, en cuyo gabinete los representantes de EA -dirigió la cartera de Medio Ambiente con Sabin Intxaurraga y Esther Larrañaga- y de EB se mostraron contrarios al puerto exterior. En este caso, el PNV siempre ha logrado salir del paso con el apoyo sin fisuras que han dado los socialistas para seguir adelante con el macroproyecto.
Pero la sintonía entre peneuvistas y socialistas ya no es lo que era porque en los últimos tiempos desde que la Diputación guipuzcoana ha dado prioridad a la regeneración de la bahía sin esperar a la construcción del nuevo puerto. Desde la Autoridad Portuaria se teme que el Ejecutivo foral pretenda ahora poner "zancadillas", según Buen, a esta infraestructura.
Los hitos del proyecto portuario
- Febrero de 2000: Un estudio encargado por la Cámara de Comercio, la Diputación y el Puerto de Pasajes cifra en 73.000 millones de pesetas (437 millones de euros) el coste de construir un puerto exterior. Es la primera vez que se cuantifica la inversión. La dársena tendría un dique de 2,3 kilómetros de longitud y permitiría mover ocho millones de toneladas de mercancías al año.
- Diciembre de 2002: El anteproyecto eleva la inversión a 725 millones de euros.
- Marzo de 2003: Un informe medioambiental de Ikaur y Ekos concluye que no causaría "graves problemas" en el ecosistema de Jaizkibel.
- Abril de 2004: El entonces consejero de Medio Ambiente, Sabin Intxaurraga, se opone a la obra y abre una fractura en el Gobierno de Ibarretxe.
- Enero de 2006: Estudios del Puerto de Pasajes establecen dos opciones: un puerto adosado al monte Jaizkibel o el "puerto-isla" separado 200 metros de la línea de costa.
- Marzo de 2007: El Plan Territorial Sectorial del Litoral considera "inasumibles" los costes ambientales.
- Junio de 2007: Se abandona el "puerto-isla" y se opta finalmente por uno adosado.
- Noviembre de 2007: Tras muchos plazos incumplidos, se fija el año 2020 como fecha de apertura del puerto exterior.
- Septiembre de 2008: El Plan Director del Puerto concreta cómo será la infraestructura: un ecopuerto pegado al monte Jaizkibel con un dique de tres kilómetros.
- Diciembre de 2008: Se actualiza el coste: 2.500 millones, incluidos los túneles.
- Octubre de 2009: El Ministerio de Medio Ambiente exige contemplar la opción de no construir el puerto exterior.
- Mayo de 2010: Se acuerda reducir a la mitad el tamaño (100 hectáreas). Su coste se rebaja hasta los 765 millones.
- Diciembre de 2010El informe medioambiental recibe 1.012 alegaciones .
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