Chocolate con cecina
Arquitectura de vanguardia, un capricho de Gaudí y una plataforma para ver las vidrieras de la catedral. Tapas en el barrio Húmedo y copas en la taberna del Buda cantada por Café Quijano
Todo un símbolo de esta ciudad: los trenes de alta velocidad cruzándose a orillas del Bernesga con el Camino de Santiago. Así es León: carriles bici y empedrados de tiempos del rey García. Arquitecturas contemporáneas inspiradas en vidrieras góticas. Una tapa de autor y una ración de morcilla.
8.00 Tres mil ventanas de colores
No es humor negro. La mejor manera de empezar el día con energía en León es corriendo (o pedaleando) desde el tanatorio municipal hasta la plaza de toros. Son dos kilómetros por la remozada ribera del Bernesga, entre cuidados céspedes, alamedas, carriles bici, pasarelas y represas para practicar el piragüismo. El tanatorio (1) (avenida de los Peregrinos, 14), obra del estudio BAAS y premio internacional AR 2001 a la mejor arquitectura emergente, está soterrado bajo un estanque que espeja el cielo inmenso de León como alegoría de la eternidad. Es uno de los edificios impactantes del barrio Eras de Renueva. Al lado está el también laureado -con el Premio Mies van der Rohe 200.
9.00 Desayuno en San Marcos
El Hostal de San Marcos (4) (www.parador.es; 987 23 73 00; habitación doble, desde 90 euros) está en la zona más moderna y pulcra de León, pero en sus orígenes, allá en el siglo XII, era un hospital para peregrinos situado a casi un kilómetro de la ciudad amurallada, por si las pulgas. Además de eso, ha sido convento de la orden de Santiago, prisión de Quevedo, instituto de segunda enseñanza, casa de misioneros, parada de sementales, escuela de veterinaria, cuartel y parador donde, después de echarle una carrera al Bernesga, nos aguarda un desayuno de campeones, con tortilla de patata y cecina. Es buena hora esta para contemplar, bajo una luz oblicua que hace de oro todo lo que toca, la espléndida fachada plateresca y el claustro. Si queremos profundizar más, hay visitas guiadas a las 9.30 y 17.30, de martes a sábados.
10.00 Torreones y un dragoncito
Por la Gran Vía de San Marcos, atravesando el ensanche, se llega en diez minutos al pie de la neogótica Casa Botines (5) (plaza de San Marcelo, 5; www.cajaespana.es/obs; 987 29 27 12), un delirio historicista de Gaudí, que imaginó un León de novela de caballerías, con foso, torreones puntiagudos y un san Jorge alanceando a un dragoncito, todo muy fino. Para comparar, muy cerca de aquí, junto a las murallas romanas, puede verse el auténtico León medieval: el panteón real de San Isidoro (6) (www.sanisidorodeleon.net; 987 87 61 61), por sus pinturas conocido como la Capilla Sixtina del arte románico.
12.00 El sueño de la luz
El sol de mediodía saca todos los colores de las vidrieras de la catedral (7), que como se ven mejor es desde la plataforma de 14 metros de altura que se utiliza para restaurarlas, abierta al público gracias al proyecto cultural El Sueño de la Luz (www.catedraldeleon.org/proyectocultural; 638 47 94 19). Más colores: los de las reinetas del Bierzo, los pimientos de Fresno de la Vega, los tomates de Mansilla, las cecinas, los chorizos y las morcillas que abarrotan el mercado de la plaza Mayor (8) (miércoles y sábados) y el de la plaza de los Condes de Luna (9) (todos los días, excepto lunes y festivos). Productos más rebuscados, como el chocolate con cecina o la cerveza leonesa Aora, se despachan en La Artesa (10) (Ordoño II, 27). Y los mejores embutidos y vinos del Bierzo y de Valdevimbre, en La Abacería (11) (Ruiz de Salazar, 14), que como también es bar de tapas, y ya son las horas que son, nos cuadra para el aperitivo.
14.30 Dos estrellas Michelin
Hora de comer. Dos restaurante con una estrella Michelin son Vivaldi (12) (www.restaurantevivaldi.com; 987 26 07 60; 38 euros) y Cocinandos (13) (www.cocinandos.com; 987 07 13 78; unos 36). Otras opciones sabrosas: Formela (14) (www.hotelquindos.com; 987 22 45 34; de 35 a 50), con cuadros de Chillida y Miró, y Bodega Regia (15) (www.regialeon.com; 987 21 31 73; 30 o 40), con restos de la muralla romana.
17.00 Siesta con chocolate
Se está bien sentado a la tardecica en un banco de la vieja plaza del Grano - P, siguiendo con los ojos entrecerrados a los peregrinos que pasan en bicicleta. En el número 28 de la vecina calle de la Rúa, también regada desde antiguo con sudores jacobeos, Choco Latte elabora trufas de una docena de sabores, bombones y pasteles de moderna e impecable factura y chocolate líquido que uno se puede llevar embotellado o en un vaso de papel para ver atardecer, aún más a gusto, en la vieja plaza del Grano.
21.00 Romántico o Húmedo
He aquí el momento anhelado por todos los beberrones y tragaldabas que moran o recalan en León, la sacrosanta hora del tapeo. Hay dos barrios para alternar (nunca mejor dicho): el Romántico, junto a San Isidoro (6), y el Húmedo, el más típico y concurrido, quizá porque aquí la tapa sale gratis. En el primero descuella La Jouja (17) (Torres de Omaña, 1) con sus tapas de autor, como la crema de queso de cabra con cecina y caramelo Ronchito. Tampoco están mal los mejillones en salsa roja de La Ribera (18) (Fernando González Regueral, 8), ni la paella de Camarote Madrid (19) (Cervantes, 8), ni los sushis y tempuras del estupendamente decorado La Trastienda del 13 (Ancha, 1). En la plaza de San Martín (20), corazón taquicárdico del barrio Húmedo, destacan el Llar, con sus patatas al queso de Valdeón, y La Bicha, famoso por su morcilla.
24.00 Cita con La Lola
Se puede acabar el día tomando un cóctel relajado en Ébano, detrás de la catedral (7), en la avenida de los Cubos, y permite disfrutar de la iluminación nocturna de la pulcra leonina. O una copa más movida en Glam Theatre - 21, (Platerías, 4), con música new age. Pero el lugar más curioso es La Lola - 22, (Ruiz de Salazar, 22), el "local de mala muerte" de la canción de Café Quijano, que en realidad es un sitio la mar de acogedor, con chimenea, fotos de amigos, recuerdos del grupo musical y Manolo, el "tipo que parece el mismo Buda", que canta boleros a partir de la una.
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