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El barco apresado entra en aguas de Tanzania de camino al refugio pirata

El viceministro de Pesca mozambiqueño cree que la tripulación es "lo más valioso"

El buque Vega 5, con bandera de Mozambique y propiedad del grupo Pescanova, cumple hoy 10 días de secuestro en manos de piratas somalíes sin que se tengan noticias fiables del estado de la tripulación. A bordo del viejo palangrero navegan dos españoles (el capitán y el contramaestre), 19 mozambiqueños y tres indonesios a los que han obligado a dirigir el barco hacia aguas de Somalia, refugio de los secuestradores. La buena noticia es que ya ha alcanzado la costa de Tanzania (más cerca del radio de acción de la operación Atalanta), y se encuentra bajo vigilancia permanente por mar y aire (desde el avión contratado por Pescanova, que envía cada seis horas informes de su posición). Los tres ministerios que se han coordinado para gestionar la liberación del pesquero -Asuntos Exteriores, Medio Ambiente y Defensa- reciben información del Ejército de Estados Unidos, y han movilizado a las embajadas en Kenia y Tanzania, además de mantenerse en contacto con las autoridades de Maputo.

Las familias de los dos marineros españoles guardan silencio
El capitán trabaja en la costa de África desde hace varios años

En el Vega 5 se encuentran Alfonso Rey, el capitán, de la localidad gallega de Muros, y el pontevedrés José Alfonso García, contramaestre. Según unas declaraciones de Gabriel Muthisse, viceministro de Pesca de Mozambique, recogidas por el diario Noticias de Maputo, el secuestro es difícil de comprender porque se trata de "una simple embarcación de pequeño porte", lo que hasta ahora no se consideraba un objetivo de los piratas. "Lo más valioso del barco son los tripulantes", aseguró. Esa misma publicación informaba ayer de que otro barco secuestrado y posteriormente liberado vio cómo los piratas remolcaban con un esquife el Vega 5 rumbo al norte.

En Muros, la localidad natal del capitán, Alfonso Rey, de 42 años, su madre y su esposa esperan noticias sin querer hacer declaraciones. "Hay que respetarles", explica Daniel Formoso, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores. "La verdad es que poco más podemos hacer. Nos sentimos impotentes", lamenta Formoso. Desde el primer momento se sospechó que algo grave había sucedido con el barco, una vez descartado un naufragio, porque la baliza de emergencia no emitió señal alguna y el GPS seguía funcionando. La familia no quiere aparecer en los medios para no complicar la liberación del barco. "Son gente humilde y trabajadora", cuenta.

La noticia del secuestro del Vega 5 ha caído como una losa en la localidad de tradición pesquera que no llega a los 10.000 habitantes. "Nunca les había sucedido nada parecido", dice uno de los empleados de A Esmorga, el restaurante donde trabaja la cuñada de Alfonso Rey como ayudante de cocina. "Ella va a casa de su hermana todos los días, pero por ahora apenas se sabe nada". El patrón del Vega 5 lleva toda la vida dedicado al mar. En la costa oriental de África trabaja desde hace años, pero jamás había sufrido ningún incidente pese a la constante amenaza de los piratas.

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El contramaestre, José Alfonso García, es otro hombre de mar. Su familia también espera en silencio buenas noticias.

El pesquero secuestrado <i>Vega 5</i>, en una imagen de archivo.
El pesquero secuestrado Vega 5, en una imagen de archivo.
Vivienda de Alfonso Rey, patrón del pesquero <i>Vega 5,</i> en el municipio coruñés de Muros.
Vivienda de Alfonso Rey, patrón del pesquero Vega 5, en el municipio coruñés de Muros.ANXO IGLESIAS

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