La exposición al ladrillo de Cajasur lastra la calificación de BBK

Antes de adquirir Cajasur a través de una subasta organizada por el Banco de España, BBK era una de las cajas más solventes de España para las agencias de calificación. Sin embargo, la compra de la entidad cordobesa ha supuesto una rebaja de la calificación de BBK, principalmente, por la exposición de la extinta Cajasur al sector inmobiliario. Los riesgos adquiridos en el sector inmobiliario por la cordobesa -que hasta su intervención por el Banco de España estaba controlada por la Iglesia- también acabó con sus casi 150 años de historia.

La agencia de calificación Fitch rebajó ayer la nota a largo plazo de la vizcaína BBK, de A+ a A, sólo un escalón. Esta caída fue moderada si se compara con la impuesta por otra de las agencias de referencia, Moody's, que el martes rebajó tres escalones a BBK, que pasó de la calificación de buena (media alta) a la de calidad aceptable. Fitch, sin embargo, todavía mantiene a la vizcaína dentro de la clasificación de buena (media alta).

La entidad vasca reconoce que ya preveía una merma de las valoraciones

Según informó ayer la agencia en un comunicado, los ratios de capital de la BBK se verán afectados a corto plazo por la compra de Cajasur y porque aumenta su exposición a los riesgos del mercado inmobiliario. En cambio, la agencia sí ha mantenido la calificación a corto plazo de la entidad vizcaína, y ha visto detalles positivos, como que la compra mejora el posicionamiento comercial de BBK y a medio plazo ayudará a mantener sus resultados.

Para adquirir Cajasur, BBK solicitó al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) 392 millones de euros. Entre enero y septiembre del año pasado, la caja cordobesa registró pérdidas por valor de 949,98 millones de euros, según el último balance de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA).

BBK sostuvo ayer que Fitch ha "avalado" sus argumentos a la hora de valorar el impacto en el capital que supondrá la incorporación de Cajasur. Según la entidad vizcaína, la rebaja de la calificación es "moderada" y suele darse "cuando se producen operaciones de adquisición". BBK era "consciente de que la operación de ganar tamaño supondría una ligera merma de las valoraciones".

Por otro lado, Fitch también puso ayer en revisión por un posible recorte de su solvencia financiera a Banca Cívica, después de que al grupo formado por Caja Navarra, CajaCanarias y Caja Burgos se haya sumado la andaluza Cajasol. La agencia ha situado a esta unión en situación de "vigilancia negativa" tras la incorporación de la entidad sevillana "por los riesgos de integración con Cajasol, dado el relativo gran tamaño de la caja andaluza y su más débil perfil financiero". Además, esta integración se llevará a cabo en un contexto económico desfavorable.

El pasado mes de julio, antes de que Cajasol se sumara al proyecto, Fitch otorgó a Banca Cívica el primero de los ratings emitidos para un grupo consolidado de cajas, A-. Tras sumarse la entidad sevillana, la agencia podría recortar en uno o dos escalones la nota del grupo.

La agencia de calificación tiene previsto tomar una decisión en cuanto el grupo consiga todas las autorizaciones que necesita y haya más información y detalles sobre la operación, lo que Fitch prevé que sea a lo largo de este primer trimestre de 2011. La agencia también recordó ayer que el grupo recibirá un préstamo con dinero público de 977 millones para hacer frente a su integración.