Dos semanas sin rastro de María
Más de 100 guardias civiles prosiguen la búsqueda de la mujer desaparecida en Boadilla - El mal tiempo y la orografía accidentada dificultan la operación
¿Dónde está María Piedad García Revuelta? Esa pregunta ronda desde hace 15 días las mentes de decenas de personas. Ayer se cumplieron 15 días desde el instante en que la mujer de 32 años, vecina de Boadilla del Monte, no acudió a su domicilio. Desde entonces todo han sido especulaciones, rastreos y muchas pistas falsas que no han permitido dar con ella. Ni los guías caninos, ni especialistas de subsuelo ni agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han localizado su paradero.
"Llegamos un poco tarde. Como la familia tardó más de un día en denunciar, las investigaciones empezaron con cierto retraso. Y eso se nota en los resultados", reconocían ayer fuentes de la Guardia Civil. La familia de María Piedad García acudió al cuartel de Boadilla a las doce de la mañana del lunes 13, algo más de un día después de que la mujer no acudiera a su domicilio. A partir de ahí, se desencadenó todo el operativo, a cuyos mandos están los responsables del Grupo de Homicidios de la Comandancia de Madrid.
Los investigadores han rastreado sin éxito en una decena de lugares
El suicidio de su ex pareja complicó el hallazgo de pistas esclarecedoras
Los especialistas de Policía Judicial han interrogado varias veces a los compañeros de supermercado de la víctima y a su ex compañero, Javier Sánchez-Toledo, de 38 años. Ambos habían mantenido hasta hacía unos meses una relación sentimental, de la que había nacido el hijo pequeño de María Piedad. Ahora tiene nueve meses. La pareja se deshizo hace unas semanas, pero muchos allegados ni lo sabían.
Los dos salieron junto con el resto de compañeros de trabajo a celebrar las Navidades en un restaurante de la localidad el sábado 11 de diciembre. Tras acabar la cena, todos se fueron a un karaoke hasta las cuatro de la madrugada. Cuando acabó la fiesta, Sánchez-Toledo se ofreció a llevar a María Piedad García a su casa. Fue la última vez que la vieron con vida. "Los primeros interrogatorios aún aportaron algún dato, pero conforme pasa el tiempo las versiones están cada vez más contaminadas y pueden llegar a confundirnos de forma involuntaria. Pero no podemos dejar de hacerlo", reconoce un mando de la Guardia Civil.
El ex compañero era responsable de mantenimiento del supermercado, ubicado al final de la avenida del Infante Don Luis. Acudió a trabajar normalmente el domingo y se puso a reponer unas baldosas dañadas. Fruto del azar o intencionadamente, se cortó con una radial, por lo que se marchó a que le curaran. También tuvo un accidente con el coche. La señal de su teléfono móvil, al igual que el de la víctima, ha permitido seguir su recorrido los días siguientes a su desaparición. Los repetidores han fijado que también fue a las proximidades del polígono industrial Ventorro el Cano, junto a Alcorcón; a un paraje boscoso de Fuenlabrada, a una senda que une Boadilla con Quijorna a través de Villanueva de la Cañada, al hospital de Coslada, a San Lorenzo de El Escorial...
Fue en este último municipio donde unos ciclistas le hallaron muerto el martes día 14 alrededor del mediodía. Se ahorcó colgándose de un poste de electricidad. No dejó ninguna nota de dónde se encontraba María Piedad. La Guardia Civil veía cómo se cerraba su principal vía de investigación. "A la sierra fue él solo. Así lo han demostrado las investigaciones", reconocen fuentes del instituto armado.
En algunos momentos ha habido más de 100 guardias civiles buscando a la mujer desaparecida. También han salido decenas de voluntarios de Boadilla. Pero el mal tiempo (heladas, fuertes lluvias y mucho frío) unido a una orografía del terreno muy accidentada no han ayudado a encontrarla. "Hay mucha vegetación por la zona y el terreno es muy escarpado", describen fuentes de la Guardia Civil. "Seguiremos buscando el tiempo que haga falta", añaden.
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