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La fiscalía lleva un control específico de los grupos de neonazis

Policía y Guardia Civil graban manifestaciones y conciertos de la ultraderecha- "Esto no es Barcelona, aquí no es una prioridad", señalan desde la Guardia Civil

Madrid ha decidido apuntarse a la idea de tener un fiscal especialmente atento "a los delitos de odio". Esto significa, en la práctica, una fiscal especialmente designada para canalizar todas las denuncias sobre grupos de extrema derecha y neonazis, principalmente, aunque también de otras ideologías que "inciten a la violencia por sus ideas". Esta fiscal lleva desde hace unos 10 meses conminando a Policía y Guardia Civil a grabar las manifestaciones o conciertos musicales de estos grupos para controlar a sus participantes y comprobar si se cometen delitos en estos actos. También reclama atención policial para prevenir posibles incidentes. Esta figura de un fiscal volcado a este tipo de actividad delictiva ya existe en Barcelona. La creación de una fiscalía específica también para Madrid es una antigua reivindicación del Movimiento Contra la Intolerancia.

La labor de la fiscal apenas se ha publicitado por decisión propia

La misión de la fiscal es, además, coordinarse con los otros juzgados donde se estén llevando casos que afecten a miembros de estas asociaciones para advertir de que puede existir el agravante de "incitación al odio". La labor de la fiscal apenas se ha publicitado por decisión de la propia profesional a quien designó a principios de año Eduardo Esteban, fiscal jefe de Madrid.

"Se trata de que se coordine con las fuerzas de seguridad y los juzgados para que no pase ningún delito de esta clase desapercibido", aclara Esteban, que considera que la principal dificultad a la que se enfrentan es que "esta clase de delitos no son sencillos de probar". "Intentamos hacer un seguimiento para que no se archiven las causas con ligereza", prosigue Esteban, que revela que ya se han hecho peticiones específicas en cuatro ocasiones. "Buscamos grabaciones para poder identificar a estos sujetos", comenta. Así se hizo, por ejemplo, en un acto en el cementerio de la Almudena de homenaje a la División Azul o en un concierto el pasado 20 de noviembre, con grupos musicales que incluían en sus letras expresiones como "matar al rumano".

Fuentes policiales confiesan que la cooperación es relativamente reciente y aseguran que "los chavales implicados en este tipo de actos son siempre los mismos", de tal suerte que en las filmaciones diversas siempre aparecen las mismas personas, que en la Comunidad de Madrid no sobrepasan las dos centenas. "Esto no es Barcelona, aquí este asunto no es una prioridad porque no hay verdadera alarma social", comentan desde la Guardia Civil. "En cada identificación aparecen los mismos, efectivamente", corroboran fuentes de la fiscalía. Este tipo de control tiene "un propósito preventivo", indican fuentes judiciales.

Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, no comparte el análisis. "No hacen grandes cosas desde la fiscalía nueva, pero es mejor que no tener nada", dice el activo dirigente, que es una de las principales fuentes de denuncia la fiscalía. Interpone demandas principalmente por páginas de Internet, "que es donde esta gente es más activa y muestra cómo se suele mover y contactar entre ellos". También se reciben denuncias de la Oficina del Secretariado Gitano por chistes o comentarios racistas en Internet.

Evidentemente, la apología de los delitos de odio no es una exclusiva de los grupúsculos neonazis. También las asociaciones de extrema izquierda de Madrid están siendo vigiladas. "Creemos que ahora están teniendo un rearme y estamos muy atentos", señalan fuentes policiales.

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