Premios para pecadores (y un alma bendita)

- "Estoy seguro de que Benítez puede triunfar en Italia". Carlo Ancelotti, sobre el ex entrenador del Inter, despedido tras seis meses en el cargo

Cada diciembre, la BBC otorga un premio al mejor deportista del año. Suele haber por lo menos un par de futbolistas entre los candidatos, pero 2010 no ha sido generoso con el fútbol inglés y el premio se lo dieron, por falta de opciones más sexys, al jinete que ganó la carrera de caballos hecha famosa hace medio siglo en una película de Elizabeth Taylor, el Grand National.

En España, en cambio, no faltan candidatos a la grandeza deportiva ni faltan premios. No pasa un día sin que alguien conceda un trofeo a algún jugador de la selección española, a Rafael Nadal, a Pau Gasol, a Alberto Contador o incluso a Marta Domínguez. Esta columna no se va a quedar corta. Nos uniremos a la fiesta. Concederemos nuestros premios de 2010, pero con una diferencia. Acorde con el espíritu navideño, elegiremos entre los olvidados, los desgraciados o los pecadores de la tierra.

"Llegué en marzo de 2007. El mar estaba helado, pero me gustó"

El premio Joan Laporta a la generosidad (suyo de por vida tras el doble regalo que le hizo al Inter con la compra de Ibrahimovic por 45 millones más Eto'o, gratis) se lo daremos este año, por unanimidad, a Wayne Rooney. El delantero del Manchester United no solo fue admirablemente generoso consigo mismo en estos tiempos de crisis, aceptando quedarse en su club a cambio de unos pobres 300.000 euros a la semana, sino que lo fue también con el prójimo. El camarero al que pagó 240 euros por un paquete de Marlboro, entre sesiones de pasión con dos prostitutas en una habitación de hotel, nunca olvidará aquel pedazo de gesto de bondad cristiana.

Rafa Benítez se queda sin rival, tras ser despedido del Inter esta semana, para el premio Diego Armando Maradona al entrenador más delirante del año, el menos capaz de aceptar su propia responsabilidad en los fracasos, en el que la distancia entre la opinión de sí mismo y los resultados en el campo es más abismal. Tras invertir millonadas en jugadores inútiles y reducir el juego del Liverpool a una infumable mediocridad y después echarle toda la culpa a los dueños del club, se fue, despedido, al Inter, donde también resultó que un lamentable comienzo de temporada nada tuvo que ver con él. Fue culpa, una vez más, de los ignorantes de arriba.

El premio José Mourinho al recato y la humildad se lo debería llevar él mismo cada año. Aquel "11 sobre 10" con el que se autocondecoró por sus logros en 2010 están a la altura de su célebre declaración recién llegado al Chelsea: "I am the Special One" -"soy el especial"-. Pero démosle una oportunidad a otro esta vez. Candidatos no faltan. Fabio Capello, Cristiano Ronaldo, Alex Ferguson, entre muchos. Pero el ganador este año va a ser un jugador relativamente desconocido que cree que se le debería conocer mucho más. Mario Balotelli, del Manchester City, declaró esta semana, tras ganar un trofeo otorgado en Inglaterra a la mejor promesa joven de Europa, que tan solo hay un jugador en el mundo "más fuerte" que él, Messi. "Todos los demás", explicó, "están muy por detrás de mí". Balotelli, un delantero con una gran habilidad para acumular tarjetas rojas, ha marcado dos veces esta temporada en la Liga.

Para concluir, rompamos un poco nuestra regla navideña y regalemos un premio más solemne -llamémoslo Balón del Córner- al gran futbolista del año. Según las filtraciones, nuestro elegido no se va a llevar el ligeramente más Balón de Oro. Dicen que ese premiecillo se lo va a llevar Iniesta. Bien, da gusto ver jugar a Iniesta, el Fred Astaire del deporte rey, el delantero que marca pocos goles, pero cuando los marca, ¡Dios!, dan la vuelta al mundo. Messi, claro, es el mejor. Si el talento fuese la única medida, ganaría siempre. Pero, por trayectoria en los dos grandes equipos de hoy, el Barcelona y la selección española, el ganador este año tiene que ser Xavi.

No puede haber mucha discusión. Si le preguntasen al Hombre 11, al Especial, cual de los dos soñaría con ver lesionado el resto de la temporada, Xavi o Iniesta, sabemos qué nombre daría. Pues eso. Feliz Xavidad.