Navidad en el 'top manta'

En estas fechas las tiendas del Centro están en plena campaña navideña. No son las únicas. Cualquiera que se haya paseado durante los últimos fines de semana por calles como Arenal, Preciados o la misma Puerta del Sol habrá comprobado el aumento de vendedores del top manta, que ya no solo venden discos o películas pirateadas, sino todo tipo de artículos: colonias, bolsos, cinturones, pañuelos, artículos de piel, marroquinería, relojes, ropa interior. Casi unos grandes almacenes en miniatura.

Toda esta mercancía imita artículos de grandes marcas, muchas veces de modo burdo. Los inmigrantes, generalmente sin papeles de origen africano o asiático, que se dedican a la venta son el último eslabón de una cadena que termina en mafias que trafican con artículos falsificados.

"Lo peor es que acaban con sectores enteros", estima un comerciante

"Vender discos a tres euros es mi único trabajo", dice un senegalés

Pero es que en estas fechas causan un problema, y es fácil comprobarlo si se camina por el centro de la ciudad. Los manteros suelen hacer dos largas filas, unos enfrente de otros, en calles como Arenal. Y ahí están, con un ojo puesto en los posibles clientes, y otro en adivinar el peligro que llega en forma de agentes y que a la mínima les hace coger sus mantas con la mercancía en segundos y salir corriendo todos juntos.

La proliferación de manteros impide a menudo el paso de los peatones que caminan por las calles, hasta el punto de que hay momentos en que se forman auténticos embotellamientos. Son zonas, además, por las que se mueven los turistas, con lo que en muchos casos el centro de la ciudad parece un bazar.

La Policía Municipal es la encargada de perseguir la venta ambulante y requisar la mercancía. Caminan por las calles más transitadas del centro, como señalan desde el Ayuntamiento, con una labor sobre todo "preventiva y disuasoria", pero ahí se acaba todo, porque generalmente los agentes no persiguen a los manteros. Pasan por el sitio donde se ubican, los ven cómo empiezan a correr y continúan su camino. A los pocos minutos, casi segundos, los puestos improvisados en medio de la calle ya están en el mismo sitio. Y así de nuevo hasta la próxima vez que vuelvan los policías y se repita la historia.

La presencia de la policía es más disuasoria que otra cosa. Sin embargo, en Navidad se refuerza el número de agentes por las calles. De vez en cuando policías vestidos de paisano sí requisan el material a los manteros. Pero, dicen desde la Concejalía de Seguridad, persecuciones a la carrera a los manteros en calles tan llenas de gente pueden crear situaciones peligrosas.

Para el presidente de la Asociación de Comerciantes de las Calles Preciados, Carmen y Arenal (APRECA), Ignacio Lario, "lo peor de esta actividad es que, debido a la pasividad de los policías municipales, y a la complacencia del público, han acabado con un sector entero, el de la música".

La presencia de los manteros ya es habitual en las calles de Madrid, y muchos ciudadanos la toleran o incluso la apoyan comprando. Además, tras la reforma del Código Penal, su actividad ya no se considera un delito, sino una falta, con lo que difícilmente pueden acabar en la cárcel por vender en las calles. Sin embargo, desde el PSM creen que no se debería bajar la guardia, poniendo el acento en que en realidad los culpables últimos no son los inmigrantes, sino las mafias que mueven el sector. Pero en épocas de mucho trajín en el Centro como las de Navidad, los socialistas dicen que algo habría que hacer. "Muchas calles del Centro están tomadas por el top manta. Hay una pasividad del Gobierno municipal para erradicar este problema", denuncia Óscar Iglesias, presidente del Grupo Socialista del Ayuntamiento.

Además, afirma el concejal, los datos constatan que existe menor control de la Policía Municipal "como consecuencia del insuficiente número de efectivos. Las actuaciones de la Policía Municipal han descendido en los delitos relacionados con la venta ambulante (infracciones contra la propiedad intelectual e industrial) en un 28% en los 10 primeros meses de 2010: 17.067 frente a las 23.632 del mismo periodo del año pasado. Y también han bajado las detenciones por dichos delitos", se queja el edil socialista, que asegura que el Gobierno municipal, que anunció "tolerancia cero con la venta ilegal fundamenta la lucha contra esta práctica en actuaciones puntuales".

"Vender CD a tres euros es el único trabajo que tengo", afirma un senegalés que lleva ya dos años en Madrid intentando regularizar su situación. "Si no lo consigo, me voy, porque no me gusta lo que hago, ni la situación por la que estoy pasando".